Así habla la calle, así grita el Pueblo que no votó por un gobierno mediocre, lleno de ineptitud, corrupción y antecedentes criminales:
“Es una pena que pequeños empresarios como mi padre tengan que cerrar sus negocios por falta de capital. Mientas ellos -los del gobierno comunista de Castillo y Cerrón- que bien se reparten el dinero de todos los peruanos”
“Paralizaron la economía brutalmente, Castillo, la Mendoza, los Morados y el lagarto”
“Si el 75% de la PEA del Perú son Pymes y profesionales independientes ¿Qué medidas urgentes se han diseñado para reactivar el sector más golpeado del país?”
Estábamos con 42° de fiebre y ahora estamos con 41,9° ¿Eso es mejorar?
No, y lo peor, por ejemplo, con castigos en temas de exportaciones que ya estaban comprometidas, con sobrecostos añadidos por las medidas del gobierno que no debió afectar la actividad exportadora bajo ninguna premisa, porque las exportaciones son como el suero del paciente crítico, es vital o sigue en estado de coma y llega a una falla orgánica múltiple (en este caso cierre de la economía, caída total en la producción, debilitamiento de las exportaciones, ausencia de consumo, pérdida masiva de empleos…)
El Ministro de Economía, con la terquedad del desconocimiento nos menciona que “con la apertura de la economía se prevé una recuperación de la actividad económica”. Eso, es un absurdo, es una afirmación intelectualmente deshonesta que no se puede permitir, ni aceptar.
– El Perú ha perdido más de veinte años en materia de crecimiento económico por culpa de la izquierda
– La deuda pública crecerá sobre el 40% del PBI en 2022-2023 por culpa de la izquierda
No fue por la pandemia, fue por la izquierda que perdiste tu trabajo, tus ahorros, tu Familia.
Vayamos ahora a otras frases incoherentes que merecen mucha atención:
“Las medidas implementadas… compuestas por… medidas de liquidez a través de la liberación de las cuentas de fondos previsionales, retiro total de las CTS…”
Un momentito, eso es inaceptable. ¿El Gobierno actual, como los anteriores de Vizcarra y Sagasti, nos viene a decir que tenemos que seguir financiando la ineptitud del Ministerio de Economía, que tenemos que perder nuestros ahorros para las pensiones de jubilación, que tenemos que perder el dinero guardado como compensación de tiempo de servicios, y eso, es una medida que debemos de aplaudir?
No señor Ministro, jamás será perdonado el hecho de obligar a millones de peruanos a perder el ahorro previsional y el ahorro fruto de la compensación por tiempo del trabajo, porque el gobierno de Vizcarra, el de Sagasti y el de la alianza vero-cerronista que usted integra nos obligaron a usarlo ante el hambre y la miseria creciente, mientras las izquierdas sin trabajar, cobraban millones de nuestros impuestos desde sus casas.
Ese dinero ahorrado era para la jubilación y para lo que uno decidiera, no para que el gobierno se lave las manos y diga “usa tus ahorros, porque yo el gobierno, no te voy a ayudar porque soy incompetente”.
Fíjense, nos estamos animando a ser populistas también, porque parece que eso es lo que se predica en el gobierno y se aplaude con ignorancia en los medios alquilados rindiendo beneficios:
Vamos a pedir que el Estado restituya los dineros del retiro de los fondos de pensiones privadas a las cuentas de cada uno de los afiliados y también las CTS completas, con la emisión de Bonos soberanos, para que esos tres millones y medio de afiliados a las AFP tengan nuevamente una esperanza previsional.
¿Porqué? Porque esos tres millones y medio de peruanos han financiado que tengamos paz social y necesitan recuperar su dinero y su futuro.
A ver pues… ¿A eso nos quieren llevar? ¿Quieren populismo?
La economía -entiendan gobernantes- no se mide en un centro comercial, en la peluquería de una amiga o en el supermercado, en el restaurante de lujo adonde van los caviares de la Católica o la del Pacífico, tampoco en la cola de un cajero automático.
La economía no es una bolsa de compras o pedir una pizza por delivery. Hay que caminar, hablar con la gente -con todos-, estar de madrugada en las puertas de una fábrica, de una obra en construcción viendo como la fila enorme de obreros con rostro en el horizonte, ansía entrar a trabajar y no recibir justo al momento de ingresar, el clásico “ya no hay vacantes“ y ese peruano, y esa joven triste y de rabia, se va más triste y con más rabia a caminar por allí, a buscar algo que a cambio de su esfuerzo, sean unos soles para el pan de casa. Eso, no lo ven los que gobiernan, menos los cobardes del congreso.
Economía es hambre saciado, nutrición sostenible, educación contínua, trabajo estable o hambre palideciente y violencia consecuente.
El Perú no es un experimento de gobierno, no es una cueva de truhanes así pululen en el Congreso y los Ministerios.
Si no lo entienden, después no digan por qué estallan las masas, porqué vamos con todo contra la izquierda miserable que sigue robando esperanzas, asesinando el presente y enterrando el futuro.