La escasez de fertilizantes es uno de los problemas que enfrentan varios países en el mundo. En nuestro país, existe un déficit de 180,000 toneladas de urea, lo cual pone en riesgo la campaña agrícola 2022-2023, que se iniciará en agosto próximo, y esta situación podría afectar a cerca de 500,000 agricultores comerciales que producen arroz, maíz, papa, entre otros productos de consumo masivo en el país, según Bloomberg.
La urea es uno de los fertilizantes más utilizados en la agricultura peruana, principalmente en la zona norte del país. Asimismo, es importante destacar la dependencia que tenemos de las importaciones que provienen de Rusia, principal país del que importamos urea en 2021. Además, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), el Perú es el segundo país en Latinoamérica y el Caribe que más depende de las importaciones de fertilizantes de Rusia: el 43% de los utilizados en Perú en 2021 provinieron de ese país, mercado que está paralizado a raíz del conflicto bélico con Ucrania. Incluso, en 2021, Rusia fue el primer exportador mundial de fertilizantes nitrogenados y el segundo proveedor de fertilizantes potásicos y fosforados.
Con respecto al precio de la urea, el saco de este fertilizante sintético pasó de costar S/ 65 en octubre de 2021 a S/ 210 al final del mismo año, según la Asociación Peruana de Productores de Arroz. Incluso señalan que, actualmente, el precio bordea los S/ 270. Como hemos mencionado anteriormente (ver Semanario 1115), ello tiene un impacto en los precios de alimentos, lo que encarece la canasta básica y pone en riesgo a las familias más vulnerables por ingresos.
La insuficiente oferta internacional genera los precios elevados del fertilizante y pone en riesgo los terrenos agrícolas. Según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), en febrero de 2022, hubo una caída en el número de hectáreas sembradas de arroz, tomate, zanahoria y cebolla en un -47.2%, -29.1%, -3.6% y -31.5%, respectivamente.
Esta situación generaría un problema en los siguientes meses, en caso el Gobierno no logre garantizar el ingreso de fertilizantes necesarios que satisfagan la demanda agrícola por este insumo. Una futura escasez de productos básicos generaría mayor presión en la subida de precios que enfrentamos actualmente. Además, una mayor alza de precios de productos como el arroz, la papa y el maíz amarillo pone en riesgo la alimentación de las familias peruanas, dado que estos son productos esenciales en la canasta básica.
Ante este preocupante escenario, cuanto más se tarde en tomar acción, más altos serán los potenciales costos en los que incurriremos como país. Por tanto, una medida urgente es un subsidio a los fertilizantes que atienda a las organizaciones agrarias de pequeños productores, canalizado por AgroIdeas, que podría alcanzar a cerca de 800,000 agricultores (ver Semanario 1116).
Por otro lado, si bien se puede reducir el efecto de los altos precios de fertilizantes mediante subvenciones, esta medida requiere que exista la oferta suficiente de este producto para atender la demanda. Por ello, garantizar el ingreso de fertilizantes al país debe ser prioridad de los organismos del Estado competentes. Según el Midagri, el Perú ha asegurado la importación de 5,000 toneladas mensuales de urea proveniente de Bolivia para los próximos seis meses. Sin embargo, es preocupante que el Gobierno no formalice el ingreso de urea proveniente de EE. UU., pues potencialmente podrían ingresar cerca de 45,000 toneladas por esta vía.
Ya hemos señalado que el Estado debe concentrarse en atender los problemas que enfrenta el país. La escasez de fertilizantes afectaría potencialmente a todos, pero los más vulnerables serían los de menores ingresos. La falta de abastecimiento de productos de primera necesidad generaría mayor presión sobre los precios y limitaría el acceso a estos para las familias peruanas. Es momento de tomar acciones inmediatas, considerando que deben ser medidas temporales que solucionen el problema en el corto plazo.