Es verdad que ni uno solo de los actuales Ministros ha sido visto en actitud de trabajo tratando de conciliar esfuerzos, acciones y decisiones en beneficio de personas afectadas por la ausencia de oportunidades en tantos años perdidos por la mediocridad que ha gobernado, sobretodo desde Ollanta Humala y peor ahora, con el nivel deplorable de políticos que controlan el poder ejecutivo.
Sin embargo, hay otros, los otros, “las costras“ que se la pasan de mirones o acompañantes sin hacer nada más que estirar el cuello y ponerse al costado, para ver si salen en la foto que algún medio publicará, mientras por otro lado hacen negocios de trámites, agencian favores o buscan proveedores que dejen una propina a sus gestiones al margen de la ética y la ley.
Ese espacio de protagonismo incomprensible, ya sea en un helicóptero, en un avión o subidos en camionetas del Estado, debería ser ocupado por un niño enfermo, por una madre de familia necesitada de ayuda, por un Médico más, por un Ingeniero más y no por burócratas insensibles que luego cuelgan sus fotos en el Facebook o las mandan vía whastapp a sus amigas y amigos.
Esa forma de ir a las regiones –pura peliculina, tragos y selfie- es una vergüenza, se trata de la utilización indebida del cargo, ya que utilizar los recursos del Estado no es un derecho de los Ministros o Vice Ministros, sino una herramienta para que trabajen, adicional a los elevadísimos sueldos que perciben, muchas veces sin hacer nada más que broncearse bajo el sol, frente a la piscina, en la capital, al sur o en alguna isla caribeña que tanto les gusta para proletarizarse al ritmo de la “revolución”.
Pero vayamos a un tema esencial. No hemos visto en ningún momento algún Ministro trabajando en algo rescatable durante sus viajes al interior del país. En cambio, vemos a cada instante –en TV y en las redes- a muchísimos trabajadores, policías, maestros, obreros, campesinos, médicos, mujeres y jóvenes , dando ejemplo, honrando al país, sobreviviendo a un régimen nefasto.
Me dirán que es imposible que los Ministros hagan lo que los ciudadanos demuestran. No, no comparo de ninguna manera la eficiencia patriótica con la ineficiencia ministerial. No comparo la inteligencia de una Madre de familia, con la ignorancia del ministro de economía. No comparo la humildad de millones de jóvenes emprendedores, con la soberbia de las congresistas comunistas que tanto adoran Nueva York y las pasarelas de Miami.
Lo que opino y me duele decir, es que la ineficiencia y la delincuencia que no detiene el gobierno, está dentro del mismo gobierno, eso es lo peor.