La violencia que caracterizaba a las izquierdas en el Perú (las subversivas, las de partidos comunistas de fachada, las de las oenegés también comunistas que auspician los derechos inhumanos de los terroristas, las aliadas y financiadas por el narconsenderismo mercantilista y las de los medios de comunicación abiertamente anti democracia) no son ni el remedo de sus mejores tiempos de odio, porque para hacerles frente han nacido desde las redes sociales y en cada hogar peruano, ciudadanos respondiendo, colectivos dando la cara y una nación gritando por todo lo alto #TerrorismoNuncaMas
Y es que quienes hemos vivido lo que nuestros padres y abuelos nos contaron, sabemos muy bien quiénes son estas lacras de la sociedad, quiénes son estos anti patriotismo que destruyen infraestructura pública, que lanzan explosivos contra Comisarías, Postas Médicas, ambulancias, fábricas y plantas de gas, que bloquean carreteras y caminos para impedir que los peruanos que no están a la favor de la violencia nos movilicemos a nuestros centros de estudio y trabajo en Paz.
Quieren desesperarnos –las izquierdas subversivas y sus aliados- para caer en su vil juego de sangre, porque para eso arman tanta violencia, para fabricar muertos y heridos, para crear falsos héroes, para victimizarse por encima de la verdad. Y les pongo dos ejemplos muy claros:
- Supuesta víctima muere en calles de un disparo en el pecho: la supuesta víctima, de apenas 17 años de edad, estaba colocando piedras en una vía pública, después de haber destrozado vidrios de viviendas y una camioneta junto a otros vándalos, haciendo huir al propietario que pudo salvar su vida ante la lluvia de objetos contundentes que le lanzaban más de 30 personas, cuyos rostros estaban cubiertos. Las fuerzas del orden dieron aviso para que suspendan esas agresiones, pero recibieron como respuesta disparos desde lanzacohetes artesanales (que igual matan por si acaso) y ante el riesgo a sus propias vidas efectuaron disparos al aire, ni uno hacia el cuerpo de los extremistas que los atacaban. Inexplicablemente, en ese desenlace, cayo víctima de un disparo de arma de uso civil, un joven menor de edad, disparo efectuado a corta distancia… ¿Por quién?
- Supuesta víctima muere en las calles por disparo en la espalda: un trabajador muere en circunstancias que se encontraba agazapado al lado de un herido no identificado -que mencionan las ultraizquierdas y su prensa manipuladora- que estaba tratando de ayudarlo (al herido). Sin embargo, de testimonios recogidos luego de unas horas, se pudo identificar a la supuesta víctima, con prontuario delictivo, que no estaba ayudando, sino robando al herido que yacía en el suelo. A pesar de los gritos de advertencia de las fuerzas del orden, el que estaba en pleno pillaje bolsiqueando a uno de sus camaradas que se golpeó al caer en su escape, luego de lanzar objetos incendiarios, hizo uso de un arma hechiza de corto calibre y corrió dándose a la fuga con lo que había robado. Las fuerzas del orden estaban a una distancia de 200 metros y el impacto de bala, de un arma artesanal, se hizo a escasos seis metros… ¿Por quién?
Es clarísimo que la manipulación de la verdad es un arte de la ultraizquierda y su prensa, sus oenegés y aliados, pero las investigaciones están demostrando que nada de lo que dijeron es verdad, porque se han fabricado víctimas, se han construido historias falsas, se quiere seguir matando Policías y Soldados, como se hace en el VRAEM constantemente, para desprestigiar y desmoralizar a nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
Los peruanos no vamos a callar frente al terrorismo, los peruanos vamos a volver a derrotar a los herederos del MRTA y sendero luminoso, con la verdad, la Ley y la razón.
