Muchos, cada día más, queremos ver y comprobar la extinción absoluta de las izquierdas, desde las del odio que viven de la subversión, el terrorismo, narcotráfico, extorsión, auspicio y defensa de organizaciones criminales que operan en forma sangrienta y clanes de cobros de cupos, hasta aquellas izquierdas, también del odio, que están en permanente conflicto y agresión entre sí, desempeñando cientos de injustificables cargos administrativos y académicos en las universidades privadas (y rechazan aparentemente lo privado, pero lo succionan si tienen el control ¿ven?), sobreviviendo entre cargos a dedo en ministerios -que ocupan sus camaradas de mil rostros-, en organismos públicos como asesores, en las municipalidades donde se hacen contratar como “asesores y nuevos gerentes” y en especial, en los gobiernos regionales que se han vuelto la “caja chica” del clan de ex ministros, ex congresistas, ex viceministros, ex asesores palaciegos, ex asistentes de todo y por todo. Los fracasados y los más sinvergüenzas de las izquierdas, con chullo, sombrero de paja y sandalias para la foto y la hipocresía, han copado estructuras regionales desde donde se financian, en sus vidas privadas de lujos y privilegios, para hacerse “caja” hacia las siguientes elecciones, mientras crean sus escenarios de violencia, odio y resentimiento.
De toda esa mezcla de incapaces, ignorantes y deshonestos -intelectualmente hablando-, surgen en estos meses nuevas formas de “participación en la política”, que para los izquierdistas, son una especie de plataformas para hacerse conocidos y sembrar algo de imagen personal, algo de impacto, quizás un posible comentario ajeno que les haga de seguidores, adeptos y fanáticos que les ayuden en sus campañas electorales. Pero… no es lo que están logrando, por incapacidad, ignorancia, deshonestidad y por ser de izquierda, un nombre, un adjetivo que ya está definido como “de lo peor”.
Es así que por ejemplo, quieren vacar, sacar, tumbar, eliminar a su ex camarada del partido comunista Perú libre, a la señora Dina Boluarte, la cajera de Cerrón, la vicepresidente del convicto Pedro Castillo, la aliada exministra del MIDIS que les favoreció a sus “waikis” con incontables favores, contratos, licitaciones y más, mucho más.
Uno de los temas no legales que enarbolan los militantes del marxismo, los caviares, progres y demás hierbas, junto a sus activistas del sicariato mediático, es obsesionarse por justificar vacancias en el hecho de hacerse la vicepresidente de Pedro Castillo un arreglo nasal, o de papadas, o de rostro con planchado y aplanado, sin dar aviso a la prensa militante, sin decirle nada al Congreso que no le dice nada a nadie, sin contarle el chisme a sus ex amigos de la plataforma antidemocrática que pretende siempre destruir lo poco de democracia que por ahora, nos queda.
Dina hizo lo que le dio la gana con su cuerpo -¿se acuerdan de esos slogans sobre “mi cuerpo, mi cuerpe” de las feministas?- y eso, estando mal por las implicancias que podría tener ante una eventualidad no deseada sobre la vida de la señora Boluarte siendo presidente, no es sustento para una vacancia, porque no tiene un solo asidero legal y constitucional que lo sustente.
La vacancia, tiene fundamento en otras acciones, en otros hechos y todo eso, lo saben los que dicen que quieren que se vaya Boluarte, pero no van por el rumbo correcto con la denuncia, sabiendo cuál es el camino que se debe de seguir. ¿Porqué?
Porque eso es lo que hacen las izquierdas incompetentes al no tener líderes, ni dirigentes, ni referentes, caudillos o voces que se hagan las del pueblo (del que tanto usan su nombre). Ante sus carencias evidentes, necesitan que se mueva el caos y que se incendie la pradera: marchas, movilizaciones, protestas, victimizaciones, bulla, suicidio y auto daño, para que de la mezcla de las contradicciones, surja la luz de las reivindicaciones.
¿Ya ven?
Si se vacase a Boluarte, las izquierdas no lograrían ni siquiera el 3% en una sola plancha. Ese es su temor y creen que atacando a Dina Boluarte por flancos tan estúpidos, van a captar militancia para sus individualidades hacia el Congreso y eso, tampoco les va a funcionar así, porque no hay un solo representante o dirigente de los más de treinta partidos políticos de las izquierdas del odio, que aglutine o convoque en una marcha o movilización, ni siquiera a mil personas. En cambio, en el sector “no izquierda” hay varios “referentes o rostros” mercantilistas, mercachifles, convenidos, liberales, intelectuales y conservadores que pueden hacerlo… pero no les conviene por ahora.
La calle está dura, jajajaja.