Vivir 60 años en dictadura, es como haber nacido varias veces, para volver a morir cada vez que uno se despierta y eso, es lo que está ocurriendo en Cuba y todos lo hemos permitido tantos años, no sólo el pueblo cubano.
Y es que la libertad no es cosa de unos o dolor ajeno, nos implica a todos en un mismo camino, aunque estemos lejos de los que sufren y no entendamos la magnitud de ese gran dolor.
Oswaldo Payá fue un cubano que inspiró en su discurso la posibilidad de un cambio razonable en la isla sometida por Fidel Castro. Oswaldo fue tenaz y paciente, llevó adelante una lucha transparente en medio de una oscura realidad.
Sometido a las reglas de juego de la dictadura, encontró miles de valientes cubanos que arriesgaron su nombre y su firma para pedir los cambios hacia la democracia que se les negaba por lustros.
Superó toda expectativa y cada día era más la ciudadanía dispuesta al cambio pacífico, con las armas de la razón y la palabra limpia. Pero el gobierno comunista no toleró el que alguien simple y sencillo levante la mirada de muchos y la palabra de todos.
“La noche no será eterna” es un libro que nos debería inspirar para actuar más y mejor en defensa de la libertad no sólo de Cuba, sino también de Venezuela, de Nicaragua, de cada país sometido o en camino a hundirse en las siniestras sombras de una dictadura.
“En este libro mi padre hace una reflexión sobre cómo y porqué los cubanos hemos llegado a este punto de la Historia y cómo podemos salir”, afirma Rosa María Payá quien nos dejó este valiente mensaje en el Perú al decirnos con una fuerte convicción que “en Cuba vivo y trabajo por la Libertad”