Revisando, veo que el último artículo que escribí en este blog fue el 26 de septiembre, hace casi un mes. Ciertamente paré, un poco cansado, aburrido o asqueado de escribir casi siempre del individuo que tenemos como presidente y encima después tener que leer y soportar los comentarios absurdos pero que democráticamente respeto, de aquellos que aún defienden al presidente Vizcarra.
Unas de las frases que más detesto que me digan es “Te lo dije” o “Te lo advertí”. Pues hoy me alegro de poder decírselo a todos los protectores de ese farsante que tenemos como presidente y del cual debemos sentirnos avergonzados. Martín Vizcarra, el paladín de la lucha anticorrupción, se encuentra más embarrado que palo de gallinero y sin duda enfrentará serios problemas con la justicia a partir del 28 de julio próximo, por supuesto si es que hay elecciones.
Va el “Te lo dije” a todos los que aplaudieron el golpe de estado del 30 de septiembre, a todos los que votaron SI-SI-SI-NO, de acuerdo a la consigna de Palacio, a los que creen que la pandemia ha sido bien manejada, cuando tenemos la mayor cantidad de muertos por millón en el mundo y a los que se niegan a creer que este año tendremos la mayor caída de la economía a nivel global.
A todo este grupo de defensores de Vizcarra les recomiendo leer el libro “Vizcarra, una historia de traición y lealtad” de Martín Riepl, el cual describe de manera clara la calaña de este bribón.
Gracias y solo gracias a él, tenemos hoy al peor Congreso que hayamos podido imaginar. Su ex-primer ministro Salvador del Solar también tendrá su línea en los libros de historia como el tonto útil en este episodio del cierre del Congreso.
Hoy tenemos un Congreso, absolutamente fragmentado, con gente sin preparación —con honrosas excepciones como la de la poco simpática señora Martha Chávez, con gran experiencia parlamentaria o los señores Carlos Mesía, Diethell Columbus y Francisco Sagasti—, quienes han demostrado madurez y responsabilidad en sus comentarios y en sus votaciones. Tal vez algunos pocos más. Con un presidente que más parece una marmota, sin condiciones de líder y que aparentemente solo tiene aspiraciones personales de llegar a la presidencia del Perú a como de lugar, destruyendo a su paso lo que de alguna manera construyó su partido en los últimos meses.
Antes teníamos a Héctor Becerril y ahora tenemos al payaso Daniel Urresti; cambiamos a la impresentable Yeny Vilcatoma por Cecilia Garcia, la malcriada y también impresentable, recordada por su campaña “Chapa tu choro”. Este es el Congreso que pone al señor Edgar Alarcón a cargo de la Comisión de Fiscalización, cuando el mismo tiene diversas acusaciones e investigaciones que pesan sobre el, ventiladas tanto en el Ministerio Público, el mismo Congreso y en la universidad donde obtuvo su título profesional de contador.
Ni hablar de ese mono con metralleta, a cargo de la Comisión de Defensa del Consumidor, hijito del delincuente José Luna Gálvez, que no dudo se encuentra en libertad gracias a la cantidad de billetes robados a los alumnos de su universidad de fachada Telesup y que debe estar repartiendo por todo el sistema judicial. Menciono, para terminar, a los miembros de UPP, que lo único que buscan es crear el caos intentando lograr la liberación del asesino Antauro Humala, que inexplicablemente cuenta con privilegios que no debería tener un reo.
Y ahí están los proyectos de ley o leyes demagógicas y populistas para destruir a la SUNEDU, la que suspendió el cobro de peajes, el que pretende fijar las tasas de interés y suspender el pago de deudas, el que pretende crear doce universidades, aquella por la cual el Congreso toma el control de las declaraciones juradas de intereses de los parlamentarios a través de su Consejo Directivo y finalmente para no extenderme, la atrocidad que está trabajando la comisión que preside la señora Carmen Omonte, a quien aprecio pero no comparto sus ideas y que está promoviendo la destrucción de nuestro sistema previsional.
Lo que estamos recibiendo los peruanos son leyes al caballazo, sin las justificaciones y requisitos que exigen los reglamentos del Congreso, sin la importante segunda votación. Es decir, un desastre.
Y nos quedan nueve meses de terror. ¡Gracias señor Vizcarra! Y disfrútelos presidente porque parece que serán los únicos que le quedarán en libertad. Aunque siempre le queda la opción de postergar las elecciones para prolongar su agonía.
Acerca de nuestro sistema judicial, nada nuevo: Corrupción desde el primer nivel hasta el último y ahí está la inexplicable y extraña decisión de la Fiscal de la Nación, señora Zoraida Ávalos, acerca de las denuncias al presidente Vizcarra y de quién debe hacerse cargo de las investigaciones.
Por ahora toca estar expectantes a ver como se van conformando las al menos 24 planchas presidenciales y también las al menos 8.640 candidaturas al Congreso, lo cual es una barbaridad. Esperemos, —tengo mis dudas—, de que los partidos políticos hayan madurado y pongan realmente a sus mejores cuadros en sus listas parlamentarias, lamentablemente ya no hay opción a reelección.
Y depende de nosotros, los ciudadanos, de votar de manera responsable, estudiando y escudriñando muy bien los antecedentes de los candidatos de nuestra preferencia, porque sin duda habrán muchos sinvergüenzas y delincuentes candidateando. Ya estamos hartos de engaños.