El ají de gallina es un plato abanderado de la comida limeña principalmente, pero que se ha hecho nacionalmente famoso por su posibilidad de variar en las presentaciones, siendo desde un sencillo plato de casa, hasta un deleite en los mejores restaurantes.
Fuera de nuestras fronteras, el ají de gallina es famoso, sobre todo si usas ingredientes peruanos y sabes hacer la mezcla adecuada en la sazón.
Algunos se sorprenden porque se ha hecho más frecuente que se diga ají de gallina cuando en realidad es el ají de pollo el plato que más se prepara, sin perder lo magnifico de su sabor, presentación y deleite. Por eso, se escoge una buena pechuga de pollo como insumo principal y también se emplean piernas jugosas para abrir el sabor.
Se pueden usar papas blancas o amarillas, si son blancas sugerimos las más arenosas porque hay muchas variedades y en este caso, las arenosas abren mejor a la mezcla, sostienen más la combinación del pollo los ingredientes, la crema, el arroz y el sabor en general, y si son amarillas –para nosotros lo mejor- a los más chicos les encantará.
Es más, si te atreves a innovar, haz un día con papa huayro y verás cómo se puede percibir mejores presentaciones, todas excelentes y súper agradables.
Aquí te presentamos una sugerencia que con tu imaginación puedes variar y mejorar:
INGREDIENTES
- Pollo: 2 pechugas de pollo y cuatro piernas jugosas
- Papa amarilla: 1 kilo y medio, tamaño mediano
- Cebolla: tres tamaño mediano
- Queso fresco: 250 gramos
- Queso parmesano: 50 gramos
- Ají panca molido: 50 gramos
- Ají amarillo molido: 50 gramos
- Leche: 1 taza completa
- Huevos: 5 y deben ser cocidos, o como decimos: duros
- Ajo: 7 dientes medianos
- Panes: 5 franceses, deben estar previamente remojados
- Aceitunas:1 0 pero ten en un pocillo otras 10 por si acaso
- Maní: 50 gramos
- Pimienta: A tu gusto
- Sal: A tu gusto
- Comino: La cantidad que consideres necesaria
- Aceite de Oliva virgen: Al gusto
INSTRUCCIONES
Remoja el pan que previamente has partido a mano en trozos no muy pequeños (los pedazos de pan remojados en la leche); desmenúzalos con mucho cuidado y comienza a formar una masa.
Mientras tanto, pon a hervir la gallina en una olla por 2 horas, con una pizca de sal.
Cuando esté terminada su cocción, procede a deshilachar con precaución.
En un sartén ve colocando secuencialmente y moviendo siempre el aceite de oliva virgen, luego el comino, pimienta, ají amarillo, ají panca, cebolla picada y los ajos junto con un poco más de aceite, para preparar el aderezo que se encontrará listo cuando notes que la cebolla tiene una tonalidad transparente.
Agrega el pan previamente remojado en leche y mezcla muy bien, con esto lograrás que el caldo de la gallina se baje un poco, pero añade un poquito más de leche y se resolverá el problema. Ten en mente que su punto exacto es una consistencia espesa.
Llegó el momento de agregar el queso desmenuzado junto con la gallina, nunca dejes de remover.
Mucha atención con la sal: verifica que su gusto es el adecuado; agrega el maní tostado y rocía un poco con queso parmesano. Aquí viene una sugerencia de varios cocineros que hemos consultado. Puedes poner una copita de pisco, como un secreto perfecto.
Para servir, acompaña con perejil cortado, huevo duro partido por la mitad y aceitunas junto al huevo, adornando el plato. Y por supuesto, tienes dos opciones: a un lado, arroz graneado con choclo, o sin arroz.
El ají de gallina va muy bien con un vino Tacama o Rotondo, pero si estás en día de semana y no puedes tomarte una copa de estos vinos, lo acompañas con un refresco de casa, en especial, la chicha morada.
Vino Tinto Cabernet Sauvignon, Finca Rotondo, Botella 750 ml
Vino Tacama Selección Especial, Blend, Botella 750ml
Fotografía, un plato preparado por Quique Carro y su deliciosa propuesta de Cocina Fácil, lo encuentras en Facebook: www.facebook.com/cocinafacil.ecv