Las facultades del ser humano son la inteligencia y la voluntad. Ambas tienen que funcionar en armonía para que una persona pueda vivir en paz encontrando la poca felicidad que se puede conseguir en la tierra.
La fuerza de la esperanza
Esa escasa felicidad crece por la virtud de la esperanza que nos abre un campo mucho más grande y real y que no es consecuencia del talento humano sino de la providencia divina, que nos promete y nos hace alcanzar el mayor grado de felicidad que pueda existir si es que nosotros sabemos vivir en armonía, que es amar con el Amor que Dios nos da y caminar con Él hacia ese lugar de felicidad prometido.
Las limitaciones humanas
El ser humano, en distintas ocasiones, ha querido encontrar la felicidad en sí mismo o como consecuencia del desarrollo de sus facultades y nunca lo ha logrado. La pobre sandez humana nos hace creer en una suerte de endiosamiento del hombre gracias a la ciencia y al desarrollo de la técnica.
Los avances de la ciencia y de la tecnología
Es admirable todo lo que el hombre pueda hacer, pero por mucho que se esfuerce, jamás podrá llegar al paraíso prometido con sus solas fuerzas. Aunque avance mucho la ciencia médica todo ser humano morirá algún día y su destino dependerá de su conducta.
La conciencia es exclusiva del ser humano
Hay que tener en cuenta que todos los seres humanos tenemos una conciencia, que es la fuente de moralidad para hacer el bien y evitar el mal. Un robot, por muy perfecto que sea, aunque tenga miles y millones de datos, no tendrá nunca una conciencia y por lo tanto siempre será inferior a cualquier ser humano.
La utopía de los transhumanistas
Los transhumanistas, muy orondos, ofrecen la utópica promesa de que “ellos tienen la solución, porque lo importante es dejar de ser humanos. Se trata de una propuesta eminentemente voluntarista que atenta contra todo realismo. Es un intento de transformar la naturaleza humana y toda la sociedad que quedará a nivel de ficción en unos años más.
Es necesario advertir para que la población no pierda el tiempo mirando películas o documentales que quieren dibujar un futuro posible sin los valores trascendentales de la Revelación, que nos hacen ver la realidad del ser humano que está de paso por la tierra.
Hoy más que nunca urge enseñar la verdad que el relativismo ha escondido. Muchas personas se encuentran en un mundo de dudas porque han perdido la brújula que les indicaba el camino correcto.
Para tener en cuenta:
“La utopía es un proyecto, deseo o plan ideal, atrayente y beneficioso, generalmente para la comunidad, que es muy improbable que suceda o que en el momento de su formulación es irrealizable” (Diccionario).
“El Voluntarismo es una doctrina psicológica, opuesta al intelectualismo, que considera la voluntad como la actividad esencial de la especie humana, de la cual dependen todas las demás y especialmente las intelectivas” (Diccionario).
“El Transhumanismo es un movimiento ideológico que defiende la mejora de las capacidades físicas, intelectuales y psíquicas del ser humano mediante el uso de tecnología y métodos científicos. El transhumanismo propugna el uso de la manipulación genética y la nanotecnología como métodos para mejorar a las personas” (Diccionario).