El Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, la Vicepresidente Kamala Harris y los Demócratas han dicho que darán amnistía y hasta dinero a los migrantes que se vayan a USA. Han dicho que serán bienvenidos, y hasta les darán el voto sin ser ni siquiera residentes permanentemente, no digamos ciudadanos.
Es así que nuevas oleadas de migrantes están intentando cruzar la frontera a diario, motivados y hasta con camisetas que dicen “Biden please let us in” (Biden por favor déjanos entrar). Van con niños porque hay más beneficios y posibilidades, según ellos, de ser admitidos, si van con los niños.
Las embajadas de Estados Unidos en América Latina dicen que sus principales objetivos son el combate al narcotráfico, la erradicación de la corrupción y la disminución de la inmigración ilegal hacia su país.
Eso dicen unos y eso dicen otros.
La realidad es que si bien a la fecha han ingresado miles de indocumentados, van más de 63 mil arrestos en la frontera de Texas. Hay aún una larga línea de gente tratando de cruzar el Río Grande. Gente de toda América Latina, asiáticos, medio orientales y hasta africanos.
La cantidad de reportes de mujeres violadas o desaparecidas en el trayecto se ha duplicado. Las autoridades han localizado fosas con docenas de cadáveres de mujeres de todas las razas, o sea, de distintos países. Muestran rasgos de violaciones, golpizas y extrema violencia.
En dichas fosas comunes también hay niños y hombres, gente de todas las edades, muertos por perseguir un sueño basado en mentiras. La migración es pues un argumento político, el migrante no es más que carne de cañón para los Demócratas.
Las que llamaban jaulas de niños de Trump siguen siendo utilizadas, pero ahora son llamadas Migrant Facilities for Children (instalaciones migratorias para niños).
Sólo en Guatemala he encontrado que hay personas que han pagado hasta Q80 mil (unos US$10,500) a los coyotes (traficantes de migrantes ilegales), por llegar al norte. Se de personas que han perdido sus empleados porque éstos se quisieron ir al norte, engañados.
Mientras Biden dice “vengan”, las embajadas parecen decir “no vengan”.
Hasta el tema del covid ha cambiado. En el 2019 decían vengan, sin importar el virus. La Representante Norma Torres (Demócrata del sur de California), de origen guatemalteco, decía en el 2019 que los migrantes tenían derecho a ir a buscar sus sueños a los Estados Unidos. En el 2021 ha dicho que mejor no vayan por el virus.
Sólo en Guatemala, la Administración Biden lleva más deportados en dos meses que la Administración Trump en un año.
La doble moral y la mentira descarada son ahora la norma.