El principal problema del Perú es la educación y a su vez, la principal solución reside en la educación, esto es inobjetable, pero parece que a los políticos les apasiona ver el tema educativo como algo referido a los sueldos de los profesores y quizás, algunos pagos extraordinarios, adicionales. Sin embargo, el tema tiene puntos de evidencia en su tratamiento: educación inicial, primaria, secundaria, bachillerato, escuelas técnicas, institutos, universidades, post grados, investigación científica, infraestructura, ambientes complementarios para el desarrollo educativo (comedores, zonas de uso múltiples y para tiempo libre, espacios lúdicos, campos deportivos multipropósito, gimnasios, alojamientos para becarios, viveros en las escuelas, talleres de manufactura y artes, equipamiento musical de calidad y competencia, entre otros tan significativos o más importantes).
Nos fijamos en la escuela como una zona acartonada, siendo ambiente de Libertad para la enseñanza. Se cree que se debe imponer “modelos educativos” prefijados en la ideología de quienes gobiernan en el Estado o en los sindicatos, dejando de lado a los padres de familia, olvidando nuestras tradiciones, costumbres y herencias, poniendo de costado la historia que cuentan nuestros padres y abuelos.
El país y las regiones necesitan recibir una imposición democrática de adecuada infraestructura educativa, deportiva, musical y de espacios propios y conjuntos, de estudiantes, de profesores, de la mezcla de talentos que conjugan oportunidades. Es imperativo hacer, construir, edificar una, dos, cinco, diez, cien escuelas pequeñas que destaquen en cada barrio alejado, en la selva y en los Andes, en las caletas pesqueras, camino a las ciudades desde los pueblos y comunidades campesinas y nativas, para que los chicos vean que tienen algo maravilloso que se llama “punto de partida educativa”, el núcleo de excelencia mínima, en vez de mirar a lo lejos lo que otros tienen sobre tus esperanzas y las de tus hijos. Y de allí, saltos educativos, seleccionando talentos y valores, en la música, los deportes, las artes más diversas, el baile y el canto, las ciencias y las letras; que cada peruano sea un ciudadano en formación al éxito y un ejemplo en composición humana al liderazgo.
Nosotros tenemos la oportunidad de establecer indicadores de “descubrimientos de potenciales” a fin de, y en base a ello, pagar mejor a los profesores talentosos, que encuentran, pulen y motivan a talentos desde muy niños y los acompañan, esa es la palabra mágica, acompañan en el fortalecimiento, progreso y desarrollo individual.
Las escuelas, desde la inicial, tienen y deben de ser núcleos que componen una estructura local, regional y nacional de potencialidades, premiando a los profesores que revelan esos descubrimientos y los hacen clasificar a las ligas mayores, como en el fútbol, a los más altos estándares de competitividad y permanencia en el triunfo constante.
¿Es eso factible? Por supuesto, porque tenemos todo para lograrlo y superarlo, con acciones y decisiones rápidas, bien planificadas y muy bien remuneradas.
Recuerden: No se trata de pagarle más a los profesores, sino a los Maestros que acompañan a los nuevos líderes de cada etapa educativa. Así se hace Educación. Así se garantizan generaciones de ciudadanos.