El poder caviar ha recapturado el Ministerio Público y hasta la audiencia congresal de marzo, se va a utilizar a la fiscalía para perseguir a la izquierda roja, al entorno de Dina y al bloque democrático. De modo que será un período de lucha sin cuartel.
Todo parte de un “muñeco”. A base de chats mal habidos, sin peritaje y que no implican ilegalmente a nadie, se utilizó al coordinador parlamentario Jaime Villanueva de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides para involucrar a ésta en presuntas acciones ilegales de coordinación para elegir al Defensor del Pueblo con el voto de los “niños” denunciados por corrupción. Cosa que no ocurrió pues el candidato supuestamente favorito de la fiscalía perdió.
Con la presión de una dura detención preliminar y con el apoyo de la prensa sicaria en 24 horas se convirtió al funcionario en colaborador eficaz; y Benavides fue suspendida indebidamente en el cargo por seis meses a manos de una Junta Nacional de Justicia que estaba en vísperas de ser destituida por corrupción. A partir de ese momento se designa a un fiscal de la nación interino, Pablo Sánchez, que declina no sin antes reponer en sus funciones a Marita Barreto en funciones de investigación política de las que había sido removida; y se vuelve a empoderar hasta extremos nunca antes vistos a la Diviac.
El nuevo fiscal de la nación, Juan Carlos Villena –siguiendo un guion escrito por los titiriteros caviares– ahora se lanza a una cacería de brujas, ordenando que todo el personal principal del Ministerio Público ponga su cargo a disposición para colocar en los puestos claves que disponga la organización que está detrás del caso: IDL, la ONG subversiva.
A su turno, con maniobras dilatorias que han contado con la complicidad del presidente de la mesa directiva, el impresentable Alejandro Soto Reyes, y de su patrón del mal César Acuña, la votación sancionatoria contra la JNJ se ha postergado hasta marzo; mes en el cual recién se conocerá también la acción de amparo presentada por Benavides frente al abuso del poder.
Así, con triquiñuelas asquerosas se ha bloqueado al sistema judicial, se está destrozando al Ministerio Público, se amenaza con investigaciones trucha a parlamentarios aguerridos como Patricia Chirinos; y los enemigos caviares, que estaban duramente golpeados, retoman posiciones en la guerra política peruana donde cada día suman más las víctimas inocentes y donde se consagra la impunidad.