La gente recién está decidiendo por quién va a votar para Presidente y por quienes va a votar para el Congreso, por eso las encuestadoras han entrado en trompo de no saber qué sucede, ni porqué sus cálculos intencionalmente propuestos han sufrido variaciones tan grandes y además, se suma a ello el descrédito de esas empresas y de los medios de comunicación que se han convertido, para la opinión pública en general, en la evidencia de encontrarnos frente a una organización de manipulación de las tendencias electorales en el Perú. Había un silencio largo y también, repetimos, una larga manipulación para mantener el silencio, escenario en el cual nos imponían en las noticias a candidatos del entorno del gobierno y sus aliados, como si fueran lo que el país estaba decidiendo respaldar.
Pero en estas circunstancias que los ciudadanos han descubierto rápidamente como perjudiciales, vienen en paralelo las preguntas: ¿Sobre qué o en qué se va a sostener la decisión de votar por alguien para la presidencia, y que esa misma visión guarde correlación con la de quienes van al Congreso? ¿Es tu posible candidato presidencial, un mismo protagonista, de una misma propuesta que se llevará al Congreso? Este es el gran problema que enfrentan las agrupaciones políticas que no tienen estructura partidaria, que carecen de planes de gobierno trabajados por todos sus protagonistas (candidatos, dirigentes, voceros) y que se presentan como “soluciones”, pero en realidad son una amenaza a la estabilidad democrática tan venida a menos en el Perú.
No se puede hablar de propuestas políticas partidarias o de planes de gobierno, si ni siquiera conocen, los candidatos al Congreso de la misma agrupación, qué pretenden hacer de llegar al gobierno sus líderes (la plancha presidencial y los cercanos asesores que se consideran futuros ministros de Estado).
En este escenario, es preocupante que el 80% de los “partidos” evidencien un divorcio absoluto entre los candidatos a la presidencia y sus listas al Congreso, a nivel nacional.
Por ejemplo, Acción Popular es una mezcla de iniciativas descabelladas por boca de su inflado candidato en especial, contra la empresa privada, contra la minería formal, contra el ahorro personal y sobretodo, contra toda esperanza de futuro para el Perú.
Y lo mismo, con otros matices, ocurre en casi todas las listas en gran escala, salvo en Fuerza Popular, Juntos por el Perú, Renovación Popular y Alianza por el Progreso, evidentemente, con algunas excepciones.
En Fuerza Popular existe una organización nacional, una estructura en formación constante y una potencial representación congresal que daría sustento a su presencia, en líneas generales. Se percibe un mismo lenguaje y un claro mensaje para todos. Hay un punto de partida y un destino conjunto.
Juntos por el Perú tiene una suma de grupos con su propia identidad de izquierda, que si bien como unidad programática no se puede garantizar en el tiempo, como sector ideológico y propuesta política tienen un mensaje que los acerca en los objetivos y su impulso, eso no se puede negar.
Renovación Popular es un símil en formación: Grupos diversos pero unidos en temas de Fe, de valores, principios cercanos y compartidos como la defensa de la vida, la familia y la propiedad privada, son señales de esperanza que deben fortalecerse con estructuras de trabajo político en los siguientes meses.
Alianza para el Progreso es un abanico de movilización política centrado en focos de atención y desarrollo de liderazgos regionales, que ha estado limpiando sus canales y filtros, esperamos con mejor resultado que pasados representantes en el congreso, de triste final.
En cambio, Victoria Nacional y Avanza País, son una interrogante en dos extremos, porque Victoria Nacional no lleva líderes en su plancha, ni recluta líderes en sus listas, sería en consecuencia lo peor que le podría ocurrir al Perú. Y en cuanto a Avanza País, el imponente prestigio de Hernando de Soto tapa a su plancha que no le suma nada y, no explota algunos brillantes candidatos de su lista al congreso, cosa paradójica porque al no exponerlos, eso les hace retroceder.
¿Los demás? No hay nadie que valga la pena un comentario, por lo menos hasta el momento, en nuestra opinión.