El Perú va camino al envejecimiento progresivo de sus pobladores, al igual que Chile lo está padeciendo ahora y México también, pero para los genios del populismo, ese no es un problema, es “algo natural” y es un tema de cada persona.
Veamos con detenimiento algo que pocos analizan. La PEA Población Económicamente Activa en el Perú es de alrededor de 18,6 millones de personas. De este total nueve millones están afiliados a las AFP y cerca de cinco millones a la ONP, pero únicamente cotizan, pagan o ahorran, el 30 por ciento, una cifra que demuestra que los trabajadores no son informados en sus derechos, beneficios y elementos de apoyo hacia la vejez. Comparen con prudencia: estar afiliados a la ONP o a una AFP para más de diez millones de trabajadores, no significa nada porque no tienen secuencia y frecuencia, continuidad y estabilidad en su historia previsional. Se afilian a la ONP y aportan un año, tal vez unos pocos más y nunca vuelven a hacerlo. Lo mismo es en las AFP. ¿Y qué pasa con esos aportes en la ONP? Los pierdes. ¿En la AFP? Están en tu cuenta individual de capitalización.
Y adicionalmente, existen silencios o lagunas previsionales, es decir períodos largos donde no se aporta y luego, se reenganchan laboralmente los afiliados, pero el vacío de meses y años no aportados es un asunto que se debería corregir, sin embrago, a nadie le interesa.
Esto quiere decir que –por ejemplo- en la ONP o sistema nacional de pensiones, tres millones de trabajadores jamás tendrán una pensión de jubilación, porque no podrán construir una historia de 20 años de pagos efectivos, así tengan 65 años de edad. El Estado se quedará con sus pagos, no les entregará ni un centavo, menos una pensión.
En la otra vereda, mal que bien –mejor que nada- tres millones y medio de afiliados a las AFP tienen Cuentas Individuales de Capitalización activas, que se siguen incrementando mes a mes, son propietarios de sus ahorros previsionales así sea una cantidad pequeña, es su dinero, no del Estado y lo pueden retirar de diversas formas, mejor si es con una pensión como producto de los años aportados.
Alrededor de este drama, los políticos populistas y los de las izquierdas siguen tratando de empobrecer a los trabajadores, inventando ilusiones temporales, creando Leyes absurdas que destruyen el sentido de la Seguridad Social y de las Pensiones.
La maldad era señalar a las AFP como usureras, ladronas, estafadoras. Sin embargo, las AFP ni se aprovechan, ni roban, ni engañan. La mejor prueba es que miles de afiliados han sacado todo su dinero acumulado –ahorro, más la rentabilidad obtenida por sus AFP, no por el Estado- y están sus ahorros en lo que les da la gana, menos en tener pensiones de jubilación. Y además, millones han efectuado retiros desde dos mil hasta 4 UIT en diversos momentos, para cubrir necesidades que los angustiaban. Tenían su dinero, sacaron su dinero, no desapareció ni un centavo (esa es una evidencia).
Los afiliados a las AFP son libres de tomar sus decisiones, esa es otra discusión por ahora.
Lo que llama la atención es la diferencia con la ONP, con el sistema nacional de pensiones, que si fuera igual de sólido que el sistema privado de pensiones, debería demostrarlo devolviendo el aporte de los trabajadores que desean hacer lo mismo que en las AFP.
La mentira de los populistas y de las izquierdas es evidente. La ONP es un desastre y es un fracaso, como lo son los sistemas de reparto en el mundo, porque son insostenibles en el tiempo. Los impuestos no producen pensiones, el ahorro sí construye pensiones.
En unos quince años más el Perú tendrá un escenario complicado de vejez sin pensiones, de ancianos pobres sin cobertura de seguridad social. Mientras tanto, se seguirán inventando Leyes tontas para conseguir votos y garantizarle trabajo a los polpiticos y medios que nos mienten y engañan.
Millones de viejos, millones de pobres, millones sin pensiones. Un país explotando, enfrentamiento generacional en camino. Esa es la carga explosiva de la izquierda y el populismo para sobrevivir, mientras los demás se mueren.