Es comprensible, dicen algunas personas, que los medios de comunicación se dediquen a cualquier cosa más edificante que transmitir información, dar noticias, esclarecer hechos o preguntar a los que saben, para que las respuestas más amplias lleguen a más lectores, radioescuhas o televidentes, pero eso no ocurre porque existe un sesgo “militante” en el periodismo, que les hace conducir por caminos de oido y de activismo politico, cuando no mercantilista por sus intereses, hacia el lado que ellos dicen que es el “correcto”, así sea uno manifiestamente perverso.
No hay noticias sino “armados” de situaciones y escándalos sembrados. No existen opiniones editoriales, sino el alquiler de conciencia y apuntalamiento de la maldad y la mentira. No se construyen investigaciones para saber el origen o el destino de las acciones que han o están dañando a la sociedad, sino que la maquinaria aceitada con dinero sucio se pone en acto de fusilamiento y ejecución del objetivo a aniquilarse.
Hace mucho tiempo se perdieron los referentes del periodismo nacional y del latinoamericano, porque el dinero que los políticos perversos de las izquierdas del odio manejan al llegar al poder o que reciben de las empresas corruptas ligadas al poder (vía obras, contratos, licitaciones, adendas, etc), se ha usado en comprar y en alquilar periodistas y medios de comunicación para sacar del camino cualquier obstáculo o escollo que ellos suponen les puede causar problemas inmediatos o futuros. En ese empeño criminal, usan recursos inimaginables para sus acciones de atarantamiento, ajuste, control y eliminación. Salen “de compra y cacería” para exterminar.
Los “medios” no están al medio, sino a la izquierda de la realidad, al lado del crimen organizado, dentro de las redes del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, esa suerte de bandas criminales que se disputan “el honor” de matar de hambre a las naciones del continente.
Hoy que estamos en un mes de inicio de un año bien tormentoso -anunciado en las sombras y tempestades-, no debemos hacer caso a las manipulaciones de los medios que vienen con esa suciedad izquierdizante, que solo daña y que solo es odio para subsistir, ellos, no los demás, no las democracias, no la Libertad.