El desarrollo económico no es estrictamente un tema de estándares de vida y niveles de consumo. El desarrollo económico es, principalmente, que las decisiones de las comunidades promuevan el florecimiento humano de sus integrantes. Es decir, que pongan el énfasis no tanto en la cantidad de consumo de una comunidad sino más bien en la calidad de sus decisiones y en cómo mejorarlas en la búsqueda del bien común.
Por otra parte, la ayuda a países en desarrollo (por lo general bien intencionada) no termina de sacudirse siglos de eurocentrismo y colonialismo. Para evitar caer en el síndrome del salvador blanco la pregunta de fondo es cómo ha de ser la aproximación a las comunidades necesitadas de ayuda exterior.
Bienes comunes y comunidad
Elinor Ostrom ganó en 2009 el Premio Nobel de Economía por su trabajo sobre la gobernanza de los bienes comunes. Buena parte de su trabajo demuestra que el cuidado de estos bienes debe partir de la propia comunidad y adaptarse a sus normas culturales.
Por otra parte, el economista William Easterly critica el paradigma tecnocrático, que concibe la realidad como un problema a la espera de una solución tecnológica y científica. Así, sería erróneo pensar que una agencia multilateral o un gobierno pueden implementar exitosamente una intervención económica sin entender el medio institucional y social al que está dirigida la ayuda. En la práctica, una política económica diseñada así puede generar una consecuencia contraria a la deseada.
Con estas dos inquietudes presentes: la de cómo aproximarse a las comunidades sin preconcepciones de white savior, y cómo entender sus mecanismos internos de acción colectiva, hemos trabajado la economía experimental, que permite comprobar presupuestos de la teoría económica relativos al comportamiento de los individuos cuando entran en conflicto su propio interés y el interés colectivo.
Equidad y reciprocidad
Mediante experimentos de laboratorio económico de campo en diversas comunidades colombianas, hemos descifrado patrones de acción colectiva para descubrir que, a veces, una intervención económica puede salir mal cuando aplica supuestos incorrectos sobre sus beneficiarios.
En consonancia con los hallazgos de Ostrom relativos a la gobernanza de los bienes comunes, encontramos que los agentes que viven de recursos de uso común hacen buena gestión de los mismos porque tienen preferencia por la equidad. Es decir, no solo les importan sus propios ingresos monetarios: también quieren que esos ingresos estén en línea con los de los otros.
Además, acorde con la crítica de Easterly al paradigma tecnocrático, vimos que cuando la reciprocidad es un motivo importante en una comunidad, que un ente ajeno a la comunidad aplique una multa afecta a la convivencia de la comunidad. Así, la acción colectiva se ve afectada por una intervención económica externa.
Coordinación para evitar las trampas de pobreza
Otra cuestión a considerar en el estudio de la acción colectiva es la coordinación.
Si alguien se detiene en un semáforo en rojo no es porque le importe sacrificar su movilidad por la de otro. Es porque sabe que cuando cambia el semáforo los roles se invierten. La señalización disminuye radicalmente los costos de coordinación haciendo que todos lleguemos a casa más rápido y más seguros.
Mientras que la cooperación tiene un elemento de sacrificio en pro de la comunidad, la coordinación es una mera reducción de fricciones de comunicación que resulten costosas para todos los agentes.
En el contexto del desarrollo económico, está establecido que las fallas de coordinación representan una amenaza porque crean trampas de pobreza y obstaculizan el crecimiento económico.
Como ejemplo, hemos estudiado el proceso de implementación de un programa de transferencia monetaria condicionada en Colombia. El programa, encaminado a mejorar las condiciones de nutrición, salud y educación de los niños de familias de bajos recursos, hace que las beneficiarias se coordinen mejor entre sí, cosa que no propone explícitamente el plan pero que se consigue en la práctica, porque se reúnen mensualmente con lo cual se conocen y desarrollan un sentido de identidad con el programa. Este es otro ejemplo de un logro no intencional (pero positivo) de una política gubernamental de desarrollo.
Comunidades e individuos empoderados
Volviendo a las ideas de Easterly sobre el desarrollo económico de las comunidades pobres, las píldoras de intervención económica externa no solamente carecen de efectividad a largo plazo sino que pueden contribuir a la enfermedad de la pobreza, en particular cuando un país pobre funciona bajo dictadura.
La mejor ayuda a la salud económica de los países pobres es mejorar los derechos individuales y la fortaleza de las instituciones locales.
La política tiene más oportunidad de éxito si el énfasis está puesto en el empoderamiento de los individuos y las comunidades. En definitiva, entender la acción colectiva es de gran importancia para el estudio del desarrollo económico.
Nota de Redacción: el presente artículo se publicó originalmente en www.theconversation.com bajo la autoría de Assistant Professor of Finance, Universidad de Navarra, España.
Imagen referencial: Artesanas de la comunidad indígena San Pascual, en la selva de la región Junín, son capacitadas desde enero pasado. Foto: ANDINA/Difusión