“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho”. (Lucas, 2:15-20).
“Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos magos procedentes del Oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarle» …Al ver la estrella se llenaron de una inmensa alegría. Y entrando en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra. Avisados en sueños que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”. (Mt, 1.12)
“Herodes el grande se desposó con diez mujeres, …gobernó en forma tiránica hasta la edad de 70 años y, pese a sus halagos permanentes al pueblo judío y a sus jefes religiosos, no encontró sino odio y desprecio. Herodes organizó la “Matanza de los Inocentes” en Belén, con el objetivo de dar muerte a Jesucristo” (Mt 2, 16) (Scielo).
“Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos”. (Mt, 2,16-18).
COMENTARIO
Herodes fue un hombre malvado, vanidoso y perverso en el poder. Los Reyes Magos eran buenos, sencillos, generosos. El primero mandó matar a los niños porque quería eliminar a Jesús, debió desesperarse al no conseguirlo. En cambio los Magos recorrieron muchos kilómetros siguiendo la estrella para adorar al Niño Dios recién nacido, cuando llegaron se arrodillaron y entregaron sus regalos.
No se trataba de izquierdas o derechas, de liberales o progresistas. Era el amor o el odio a Dios. Ahora es igual, no ha cambiado nada.
Hoy se repite esa misma situación: los que aman a Dios frente a los que lo odian. Los que aman quisieran la conversión de los que odian para que sean felices. Los que odian quisieran la condena y la destrucción de los que aman, para estar ellos en el poder.
Los que odian a Dios se lanzan contra la verdad, las virtudes, las buenas costumbres, la familia, la comprensión y el perdón, que son las características esenciales de los que aman. Los que aman son tildados de retrógrados, dogmáticos, homofóbicos, tradicionalistas, porque respetan toda una herencia de riqueza espiritual que hace que el ser humano sea persona.
Los que odian insultan, mienten, son groseros, arrogantes, irreverentes, irrespetuosos con todo lo que es bueno, sano y noble, y por el contrario son persuasivos con conductas desaliñadas y torpes que atacan burdamente las buenas costumbres y el amor a la vida.
El poder y el dinero que apoya la infamia
Los apoyos económicos a los sembradores impuros del odio son constantes en los tiempos actuales. Hacen escándalo por un “feminicidio” y no dicen nada de los miles de asesinatos que se cometen con los abortos. Financian, con grandes sumas de dinero, campañas contra la familia y a favor de una “educación” que rompe con las enseñanzas de un legado cristiano y humano de los niños, como si fuera el advenimiento de una nueva era que conduce al “paraíso”.
Se promueven películas insultantes y zafias, contra los valores tradicionales de la familia y del correcto funcionar de las personas, como si fueran la gran novedad para los cambios de una sociedad moderna. El postmodernismo y el transhumanismo están multiplicando una nueva esclavitud con una situación mundial degradante, conflictiva y penosa.
Los soldados de Herodes en el siglo XXI
Gran parte del poder mediático son ahora los soldados de Herodes. Están saliendo con sus espadas y una verborrea engañadora e indignante a matar a los inocentes, porque quieren matar a Dios, sin dejar ningún rastro.
Lo que dijo Dios y está escrito en la Biblia se prohíbe y produce reacciones de odio en los “líderes” de este relativismo banal y por desgracia, en miles de seguidores, que han sido engañados y están convencidos que su modo de ver las cosas corresponde a la realidad.
Hoy, los “líderes” de estas campañas infames, con la ayuda incondicional de soldados de un comprado poder mediático, están matando a dos tipos de inocentes: los que mueren sin haber nacido por los millones de abortos que claman al Cielo, y los que mueren espiritualmente porque son engañados por las astucias del “príncipe de la mentira” que utiliza a hordas de libertinos que se oponen a la verdad con ideologías fatuas que brillan como las burbujas y no traen ningún beneficio ni progreso para nadie.
¡Que Dios nos ampare! para que los hombres vivamos de acuerdo a la verdad que nos hará libres!
¡Le pido al Señor para que el 2020 podamos recuperar la libertad que muchos han perdido, para ser felices! (P. Manuel Tamayo en cumfiducia.blogspot.com