A pesar de los intentos por destruir el progreso y desarrollo del Perú –siempre de la mano de las izquierdas irresponsables y de algunas ONG extrañamente ligadas a protestas irresponsables- nuestra industria minera cada vez se fortalece más y encuentra respaldo en poblaciones que ven la evidencia de su importancia.
Miles de trabajadores mineros saben el valor de cada mineral extraído de las venas de la tierra, miles de trabajadores mineros y sus familias son conocedores de la importancia de cada lámina de oro, plata, cobre y cuanta riqueza esconde nuestro territorio. Y a la vez, millones de peruanos son beneficiarios de los resultados de esas extracciones efectuadas en lo alto de los Andes, en medio de la nieve, o cerca de la costa, donde el calor se hace cada minuto más fuerte.
Hablemos del cobre por ejemplo. Nuestro país, contiene las mayores reservas y potenciales de explotación minera, donde sólo se ha intensificado la explotación en el 2 por ciento del territorio.
En México y Chile, existen organizaciones dedicadas al estudio e impulso de la importancia del cobre, ya sea en medicina, cuidado del medio ambiente o ahorro de energía. Aquí en cambio, es un pecado político hablar de eso.
El cobre es un mineral que se puede reciclar muchas veces sin que pierda potenciales. Uno de los casos más emblemáticos es emplear cobre en superficies de contacto sólidas y secas con aplicaciones en salud. Así se emplea el cobre antimicrobial, que es el único metal con características de agente antimicrobiano que inhibe la existencia y proliferación de hasta el 99,9 por ciento de virus y bacterías en superficies de contacto. Patógenos causantes de enfermedades como la Salmonella y E. Coli, así como el virus que produce la Influenza AH1N1 son cubiertos en la eficacia del Cobre antimicrobial. De eso, no te hablan los antimineros.
Podemos instalar cubiertas de metal en hospitales, transporte público y muchas otras aplicaciones que protejan a los niños y familias que usan los servicios masivos intensamente. Promover el cobre, es promover el progreso y el desarrollo.
Finalmente, mientras más cobre tenga el mundo –cobre peruano mejor- el impulso a las energías limpias como la eólica, ayudarán a protegernos del cambio climático. Entonces, miremos con la verdad, todo lo que nos enriquece.