Los caminos de la Libertad son, en países como el Perú, eternas paradojas, contínuos contrasentidos sin explicación aparente, una mezcla de avances y dobles retrocesos que se hacen virales por la incompetencia, mediocridad y analfabetismo democrático de sus representantes, sea en el poder legislativo, sea en el poder ejecutivo o en cualquier otro poder del Estado, sumado por supuesto, a la prensa, ese oscuro, tenebroso y vil poder de la dinamita infomativa que manipula la opinión y la conduce al abismo con perfidia e insanía recurrente.
En esa mezcla abusiva de poderes y presiones, los ciudadanos, mal formados, pésimamemte educados –en su gran mayoría- caen en el embudo del conformismo y el silencio, dejan de participar por aburrimiento, por miedo o por una extraña tolerancia en la esperanza de un cambio que puede venir… y nunca llega. ¿Paradojas? ¿Suicidio colectivo?
¿Y cuál debe ser la respuesta? Dejar de lado la tontería del conformismo, hablar, dialogar, conversar, discrepar, romper el silencio, escuchar, gritar, protestar, poner una voz clara y fuerte contra lo que nos impider observar y cambiar. ¿Es difícil? No, al contrario. ¿Entonces porqué no sucede? Por esa extrañísima peruanidad del silencio, ese “largo tiempo el peruano oprimido, la ominosa cadena arrastró”.
Rebelarse ante la opresión política y partidaria –la manipulación de grupos electoreros-, es la prioridad y para eso, las redes sociales son una herramienta maravillosa que se debe activar a cada instante, incansablemente, para dar golpes de Libertad, señales de esperanza, luces de participación popular.
Es hora, es ahora.
Ref. a la imagen representativa: | |
Una alumna participa en clase. Fotógrafo: Francisco Javier Pulido. La imagen destacada ha sido descargada del Banco de imágenes y sonidos del INTEF y está sujeta a una licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported (Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual)(CC BY-NC-SA 3.0) |