Las composiciones de Alicia Maguiña, tienen ese efecto sonoro de las olas que recorren con el viento las playas de La Herradura, perfectas, secuenciales, frecuentes en el alma, unidas al corazón.
“Un dulce despertar
un nuevo amanecer,
Ya tengo a quien amar
ya tengo a quien querer”
Alicia niña, Alicia joven, Alicia en la palabra hecha canción, fue una dulce compositora que encantó desde que se abrió el mundo para ella, como el mundo la quería, encantadora, brillante y enamorada.
Tuvo en vida riquezas de amor y talento para amar, por eso acompañaba a su voz la guitarra de su pareja, que le dio las notas claras y el ritmo deseado:
“La luz se hizo sombra
y nació el indio,
La puna se hizo hombre
y nació el indio.
Prisionero en tu suelo,
indio cautivo,
sin luz en la mirada,
indio sombrío”
Alicia sencilla, humilde voz, enérgicas letras, descansa ahora, te cantamos todos.
Esta columna es un homenaje breve de #MinutoDigitalPerú, gracias a Patricio.