“La muerte de Vincent Lambert y su historia son una derrota para nuestra humanidad”
Un sobrino del paciente francés confirmó que el fallecimiento de Lambert, de 42 años, se produjo este jueves a las 8.24 en el hospital de Reims, en el norte de Francia, donde estaba hospitalizado.
El pasado 2 de julio se dispuso la suspensión de alimentos e hidratación después de una larga batalla legal. Vincent no se estaba muriendo. Durante más de 10 años vivió en un estado de conciencia mínima, para algunos, para otros en estado vegetativo, después del accidente de tránsito que lo dejó tetrapléjico en 2008.
El tuit de Francisco
Son varios los llamamientos del Papa Francisco sobre su caso. Ayer mismo el Papa escribió mediante un tuit: “Oremos por los enfermos que son abandonados hasta dejarlos morir. Una sociedad es humana si protege la vida, toda vida, desde el inicio hasta su fin natural, sin decidir quién es digno o no de vivir. ¡Que los médicos ayuden a la vida, no la quiten!”
Declaración de la Oficina de Prensa de la Santa Sede
Asimismo, el director “ad interim” de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, expresó: “Hemos recibido con dolor la noticia de la muerte de Vincent Lambert”.
“Rezamos para que el Señor lo acoja en su Casa y expresamos cercanía a sus seres queridos y a todos los que, hasta el final, se han dedicado a asistirlo con amor y entrega” y ha reiterado lo dicho por el Santo Padre cuando intervino sobre esta dolorosa cuestión: “Custodiemos siempre la vida, don de Dios, desde el inicio hasta su fin natural. No cedamos a la cultura del descarte”.
La ONU pidió a Francia seis meses para examinar el caso
La detención de la hidratación y la nutrición el 2 de julio se produjo después de que la sentencia de Casación anulara la decisión del Tribunal de Apelación de continuar el tratamiento en espera del dictamen del Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas. De hecho, el organismo de la ONU había pedido a Francia seis meses para examinar el caso.
Sus padres, Jean y Viviane, lideraron una extenuante batalla legal para evitar que su hijo fuera interrumpido de la alimentación y la hidratación que le mantenía con vida.