Formación, educación, capacitación… ¿Para qué? ¿Es importante formar generaciones y educar talentos para algo positivo en el país? No, no da resultados, es un fracaso el planteamiento, es una desgracia cada promoción que sale una foto que se desdibuja al paso del tiempo. ¿Y porqué ocurre ese “desdibujamiento? Porque la base de la enseñanza política no existe; se trata de una manipulación para acarrear monigotes para las elecciones, jóvenes con ilusiones de servicio público que terminen en la esclavitud ideológica y partidaria y, ni siquiera se trata de los partidos concebidos como organizaciones que se institucionalizan, sino de clanes y cárteles donde unos dueños de las verdades impuestas como certezas absolutas, se hacen del control mental de sus allegados, simpatizantes, activistas, militantes y fanáticos. Así, vemos que hay más de cuarenta santificadas cuevas del encuentro del mal hacia el poder, también del mal. ¿Cuarenta partidos, cuarenta masas deformes que quieren ser elegidas para gobernar en el Perú? Es un escándalo, está allí, lo vemos, escuchamos, sabemos que nos daña y nos dañará más… ¿Y qué? Somos la consecuencia de las inconsecuencias.
Frente a esta desgracia hecha historia permanente, se dice que los líderes empresariales son los que deben de hacer algo “y no lo hacen”. Tonterías, todos somos el problema, todos somos respuesta y soluciones. ¡Qué fácil es seguir empujando responsabilidades, qué fácil se hace escupir en tierra seca, qué fácil es asumir la cobardía de la irresponsabilidad y mandarle la pelota al que hace empresa, al que invierte y se lanza al ruedo en un país que insulta el éxito porque le es ajeno triunfar permanentemente!
Amigos y no amigos. Hay que unir sentimientos e ideas en dos opciones democráticas, nada más. Así no sean la respuesta total que buscamos o anhelamos, hay que coincidir para tener respuestas comunes, objetivos que se comparten y metas que se alcanzan. Es difícil, claro que si. Resulta complicado, por supuesto. Pero es ahora y no mañana, de lo contrario, los espíritus de Barbadillo volverán a gobernar, con sus huestes y feligresías.