Ha sido importante, no solo para los católicos, pero particularmente para ellos, los varios anuncios hechos por Pamela Bondi, nominada por el Trump para el cargo de Fiscal General en los EE.UU., quien se comprometió en su audiencia de confirmación en el Senado a poner fin a cierto ‘poner en la mira’ del Departamento de Justicia (DOJ) contra los católicos y cualquier persona que practique su fe o realice protestas pacíficas.
“Durante demasiado tiempo, el Departamento de Justicia -DOJ-, altamente politizado, ha sido utilizado como arma contra mí y otros republicanos. Eso se acabó. Pam reenfocará el DOJ en su propósito original de luchar contra el crimen y hacer que Estados Unidos sea seguro nuevamente. Conozco a Pam desde hace muchos años. Es inteligente y firme, una defensora de AMERICA FIRST, ¡y hará un trabajo excepcional como fiscal general!”, escribió Trump en Truth Social el pasado 21 de noviembre.
En la audiencia mencionada, el senador republicano Mike Lee, de Utah, le preguntó cómo evitaría que el DOJ atacara a los estadounidenses, incluyendo a los católicos que practican su fe, padres que se expresan en reuniones escolares y personas que protestan pacíficamente en clínicas de aborto. Bondi dijo que el gobierno federal no debería atacar a los padres ni a las personas que practican su religión, y enfatizó que “enviar informantes en iglesias católicas [es algo] que debe detenerse”.
Por su parte, el senador Josh Hawley resaltó el “ataque sin precedentes y la campaña contra las personas de fe” que hubo durante el mandato Biden, citando que “más de 100 centros de atención de embarazo y más de 300 iglesias fueron atacadas, vandalizadas, e incendiadas”. Hawley criticó la falta de prosecución de estos delitos bajo la gestión del fiscal general Merrick Garland, quien no persiguió adecuadamente estos crímenes. También hizo referencia a un memo del FBI de la oficina de Richmond, que acusaba a los católicos tradicionales de ser un foco de “extremistas violentos” y de fomentar la delación de otros feligreses que asistiesen a misa tradicional en Latín, lo que Bondi condenó como un abuso y prometió investigar personalmente el asunto de ese memo.
Bondi, católica, fue fiscal general de Florida de 2011 a 2019 y destacó por su defensa del matrimonio tradicional y la lucha contra el tráfico de niños. En 2012, demandó a la administración Obama por su mandato sobre la cobertura de anticoncepción y defendió las leyes pro-vida de Florida. Su nominación como Fiscal General llegó después de que Matt Gaetz se retirara debido a la falta de apoyo de algunos senadores republicanos.
“En su audiencia de confirmación ante el Senado, Pam Bondi, nominada como fiscal general por el presidente electo Donald Trump, se comprometió a poner fin al uso indebido de instituciones gubernamentales para investigar o perseguir a católicos, activistas provida y ciudadanos que defienden sus derechos como padres en reuniones escolares”