En las alturas de Moquegua, camino a Puno, se le conoce como “el entregado”, el oficial del Ejército que sin dar la pelea se rindió a un grupito de soldados que ocasionalmente circulaban por la carretera y lo vieron doblado, de rodillas, ofreciendo su fusil a cambio de que lo lleven a alguna ciudad cercana para almorzar y seguir bebiendo licor y consumiendo drogas, ¿O no fue así la sublevación de los cobardes de Locumba? Ese es un hecho cierto, no hubo disparos, no hubo enfrentamientos, sólo rendición de dos oficiales del Ejército, ante una patrulla ocasional que se detuvo y los recogió, para después entregarlos en la unidad más cercana. Ese fue el “sublevamiento”, pura pantalla, puro show, puro grito.
Nunca sucedió un levantamiento contra el gobierno, se trato de un hecho anecdótico que los medios se encargaron de magnificar. Toda esta historia fue una mini telenovela armada por Vladimiro Montesinos y el SIN Servicio de Inteligencia Nacional, para cubrir justamente su huída.
¿Pruebas? Esto dijo 24 Horas Edición Central de Panamericana Televisión el 13/07/2017:
“Durante la madrugada del 29 de octubre del 2000, Ollanta Humala será recordado por haberse revelado ante un ‘gobierno que se desplomaba con denuncias de corrupción’. Junto a su hermano. el también oficial del Ejército en retiro Antauro Igor, dirigieron a un grupo de 57 soldados para protagonizar el levantamiento militar de Locumba en contra del tercer gobierno del ex presidente Alberto Fujimori. Este hecho significó el lanzamiento al escenario político de los hermanos Humala, quienes en aquel entonces se hacían llamar etnocaceristas. Sin embargo, coincidentemente ese mismo día ocurrió un hecho que sería clave. El ex asesor del SIN, Vladimiro Montesinos escapaba rumbo a Venezuela a bordo del velero Karisma”
El historiador Juan José Pacheco Ibarra https://www.facebook.com/rincondehistoriaperuana nos narra lo siguiente en una crónica llamada “Los Humala en Locumba”:
“El 29 de octubre del 2000 el comandante Ollanta Humala, jefe del grupo de artillería antiaérea en el Fuerte Arica, sacó del cuartel una tropa de 57 soldados con la excusa de una marcha de campaña y patrullaje. En el poblado de Camiara se les unió su hermano el mayor Antauro Humala. Aquí -recién les- comunicaron a los reservistas sus planes de rebelión contra el gobierno. Ollanta Humala se dirigió al campamento minero de Toquepala donde permaneció siete horas. Desde allí exigió la renuncia del Presidente Alberto Fujimori. De los 57 soldados, solo 19 lo siguieron, finalmente quedó solo con tres reservistas en la sierra de Moquegua. El 10 de diciembre se rindieron los hermanos Humala. Fueron absueltos de los cargos de rebelión, sedición e insulto a un superior. El Congreso les concedió una amnistía general a los participantes del levantamiento de Locumba. Ollanta Humala llegó a convertirse en Presidente del Perú y es investigado por el caso Odebrecht. Su hermano Antauro se encuentra en prisión por intentar un nuevo levantamiento en Andahuaylas”
Ese comportamiento de manipular gente, de acobardarse, que NO es de ninguna manera el de un Oficial de las Fuerzas Armadas, se repitió otra vez con el segundo acto de mímica, histriónico, el “Andahuaylazo”, un suceso bautizado por los seguidores del criminal Antauro Humala como la “Marcha de Remembranza Etnocacerista anunciada por la Rebelión Militar del 29 de octubre del 2000”.
¿De qué se trató esto? A las 4:25 de la madrugada del 1 de enero de 2005, Antauro Humala, al mando de varios grupos de reservistas de las Fuerzas Armadas que fueron incentivados económicamente y llevados desde Cusco y Arequipa usando una infraestrucutura de camionetas y mini buses, entraron a la ciudad de Andahuaylas fuertemente armados y tomaron de sorpresa la comandancia policial, luego de una débil resistencia por parte de los diez efectivos policiales que allí se encontraban (debido a las fiestas de fin de año, setenta policías estaban de licencia, descanso o participando de las celebraciones apurimeñas).
Luego de unos días de ocasionales enfrentamientos entre las huestes de Humala y la Policía, finalmente los etnocaceristas se rindieron -como es usual-, luego de recibir una carta de Humala en la que este les pedía que depusieran las armas porque “era necesario”. “Los rebeldes, se formaron frente a la comisaría y entregaron sus armas a la Policía” en señal de rendición y sometimiento a la justicia.
Panamericana TV informó que “el objetivo de la rebelión era pedir la renuncia del entonces presidente Alejandro Toledo por haber pasado al retiro a decenas de oficiales que se enfrentaron al gobierno de Alberto Fujimori”, sin embargo, esa nunca fue la plataforma de justificación ante los medios.
En suma, Antauro se rindió luego de engañar a los soldados en Locumba. Antauro se volvió a rendir en Andahuaylas luego de negociar su rendición y traicionar a los reservistas.
Veamos “el pensamiento Antauro” (pensamiento es un decir, se trata del desequilibrio mental puesto en palabras del convicto) con relación al Andahuaylazo y su hermano:
Entrevista en https://www.nodo50.org/mariategui/ollantaesuntraidor-entrevantauro.htm
¿No se siente decepcionado de su hermano, que para la opinión pública lo traicionó desde el Andahuaylazo? A propósito, ¿Cómo fue aquello? ¿Su hermano en verdad tuvo o no participación?
“Ollanta es tan sólo un pariente porque mi madre le parió. Sin embargo, lo acaecido lo tomo como aprendizaje y a la vez ha servido de cernidor para templar aún más, la calidad férrea del espíritu militante etnocacerista. Si tu supieras la cantidad de “supuestos compatriotas” que resultaron tan falsos como Ollanta entenderías mi agradecimiento”
Pero usted no ha respondido del todo… ¿Hubo o no hubo participación de Ollanta en Andahuaylas?
“En principio el no estuvo físicamente sino a 10 mil kilómetros del lugar. No obstante, aquel manifiesto que la prensa criolla ha publicado, proporcionado por la DIRCOTE (que lo halló en la guantera del vehículo que me transportó a Andahuaylas), efectivamente es de él. Sólo que yo opté por otro de mi autoría. Ahora, que él aduzca que un fax jurídicamente no se considera una prueba, no pasa de ser un recurso anecdótico o bribón”
¿Acaso hubieron dos manifiestos políticos en la insurgencia de Andahuaylas?
“Yo viajo a Apurímac el 30 de diciembre del 2005 por la noche. Aquella misma tarde aún en Lima, me llegó un fax con el manifiesto de Ollanta, redactado desde Seúl y asesorado por Javier Valle Riestra. Por supuesto que este tribuno, quizás sienta pavor y niegue esta afirmación. Es su dilema ante la historia. Revisé aquel documento y no me agradó del todo por parecerme “tembleque”. Incluso me llamó (Ollanta) desde Seúl para pedirme mi opinión, la cual se la di con la franqueza que me caracteriza. Es entonces que elaboré otro. De tal manera que viaje con dos manifiestos: uno en cada bolsillo de mi camuflado. Es en la travesía en la Puna de Pampachiri, que decidí por el de mi confección”
¿Se explica así que usted haya tomado el nombre de su hermano?
“El estaba al tanto”
¿Entonces podría calificarse por lo menos como “felonía” la actitud posterior de Ollanta, negando su injerencia en aquella gesta?
“Es un felón, obviamente. Sin embargo, inicialmente -en plena persecución de etnocaceristas y encarcelamientos masivos- entendí que el haya optado, por motivos electorales, en tomar distancias… pero luego se deschavó con su distanciamiento real y no ficticio. Y eso fue muy doloroso asumirlo desde las prisiones, por los cientos de reservistas que se batieron en las barricadas de Andahuaylas”
Más que felonía resultaba una traición ¡Si ya ha habido un suicidio en la cárcel! ¿O no?
“Evidentemente, se trata de un traidor de mierda en todo el sentido de la palabra.
Como Ustedes leen, se está intentando crear un candidato a presidente sobre la base de un cobarde, algo que nadie se imaginaba o nadie calculaba, porque en el país hemos tenido de todo hasta el momento, salvo este tipo de prontuariados que siguen sembrando odio y violencia.
Estamos advertidos y debemos señalarlo.