En el Perú estamos a pocas semanas del crucial Día de las Elecciones -segunda vuelta- en que se juega el país una encrucijada entre la Libertad, en manos de personas con antecedentes conocidos, y el camino al comunismo en manos de gentes de antecedentes también, muy conocidos. No existe en consecuencia, ninguna precariedad ni ocultamiento de la información: “Nadie podrá decir luego que no sabía, que no le dijeron, que es una sorpresa lo que ocurre”
Entonces, para hacer un breve paralelo de lo que la historia del comunismo registra en Cuba, sobre hechos ciertos, y lo que sucedería si el comunismo ganara las elecciones en el Perú, les alcanzo esta reseña.
Para gente inteligente:
¿Fidel Castro fue presidente de Cuba desde que tomó el poder?… el 98.5% responde “Sí” y sólo el 1.5% “No” (sólo se puede decir sí o no, como les gusta a los periodistas activistas de izquierda). Las respuestas no dan pie a que pueda alguien ponerse a mirar al techo, dudar, en fin.
Bueno, el 98.5% estaba equivocado en su respuesta. Fidel Castro lideró el Movimiento 26 de Julio y entró a la ciudad de La Habana triunfante, mintiendo, engañando.
Como Primer Ministro, nombró a Oswaldo Dorticós en el cargo inventado de Ministro de Leyes Revolucionarias y de inmediato, Presidente de Cuba durante 17 años y él, solapa, en el papel nada más, fue el segundo en el rango de la estructura del poder oficial, fue Primer Ministro esa misma cantidad de años para, luego del extraño suicidio del presidente Dorticós, ser Presidente del Consejo de Estado o mejor dicho, presidente de Cuba.
Sin embargo -siempre recuerden esta palabra-, Fidel como primer ministro también fue Comandante en Jefe de las fuerzas armadas revolucionarias, que según la nueva Ley Fundamental Orgánica de 1959, que la redactó Dorticós y que se superponía a la Constitución de 1940, le daba poderes supremos y excepcionales. También fue Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba desde 1965 hasta el 2011, pasando el poder a su hermano Raúl.
La Ley Fundamental Orgánica era la expresión del Pueblo cubano y no se necesitaba derogar “la Constitución de los explotadores y del imperialismo yanqui”, ya que lo único que valía y se reconocía era lo que Castro oficializó junto con su manipulable socio Dorticós.
Así será el rol de Vladimir Cerrón, mi vecino huancaíno. Exactamente así pero con sus ejes paralelos (evidentemente no será Comandante de las Fuerzas Armadas sino presidente de la próxima Asamblea Nacional Constituyente ANC y de la futura Asamblea Nacional del Poder Popular). Tal vez a Antauro Humala lo hagan Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, es posible luego que sea indultado y pase una temporada como Ministro del Interior o Jefe de los Comités de Defensa de la Revolución, junto con Gregorio Santos, que también saldrá libre.
Por si acaso, esos que dicen que hay que seguir el debido proceso constitucional y que se requieren dos legislaturas, etc y etc, no saben lo que es la izquierda extrema en el poder. Esto no será Bolivia, ni Nicaragua, ni Venezuela. Son extremistas, resentidos, están hambrientos y preparados, bien preparados.
Mientras los demócratas siguen pensando en la parrillita del fin de semana, un brindis en la playa o en que nadie cambiará a la fuerza la Constitución, lo cierto es que ni siquiera es necesario cambiarla para instaurar “el poder popular” cuando las masas lo deciden (por medio de sus líderes).
Estrategia castrista, efecto devastador. Mientras se arma todo, las misiones políticas del G2 que ya están en el país hace dos años con mayor desplazamiento y operatividad, actuarán ampliamente para garantizar el control de medios de comunicación sobretodo. Vladimir irá usando el Estado para fortalecer y consolidar la dinámica e influencia popular de su partido marxista – leninista, controlar más regiones y así barrer en las siguientes elecciones a la ANC (Asamblea Nacional Constituyente) antes de tomar las riendas de su máximo sueño: la Asamblea Nacional del Poder Popular.
No se dirán comunistas jamás o por lo menos, durante un buen tiempo, hasta consolidar las bases del poder popular, hasta introducir en la mente de niños y jóvenes el disco duro de la militancia, el activismo y el negacionismo, hasta que el odio y la violencia revolucionaria sean su enseña y estandarte, pero presentados como reivindicación y justicia del pueblo.
Esa es la Hoja de Coca… y el principal aliado, el narcotráfico, la minería legal, el contrabando…
Y tú, el que no hace nada y mira todo, lo estás permitiendo, mientras discutes estupideces con los amigos.