Una y otra vez se repite en diferentes sectores que las marchas no sirven, que los representantes de los partidos políticos tradicionales no deben asistir porque producen rechazo de la gente, que no debe haber discursos sino solo marchas, que las marchas deben ser hasta Palacio de gobierno, que no deben haber símbolos de grupos ni de colectivos, que la organización tiene que estar compartida… puras tonterías, puras observaciones carentes de sentido y además, transmitidas desde los que no marchan jamás, desde los que no participan en política partidaria por miedo a sus complejos personales, desde los que no alzan su voz porque no tienen voz valiente, desde los que no saben escuchar y le hacen caso a los caviares, a los progres y a los supuestos conocedores de la realidad. Pura fantasía, puros reprimidos.
Vamos a marchar con los amigos, con los familiares, vecinos, compañeros de trabajo, compañeros del APRA y del PPC, de Fuerza Popular y Renovación Popular, de los gremios y sindicatos libres, las valientes mujeres de los comedores populares y las ollas comunes, los emprendedores de las PYMES y nuestros caseros ambulantes, vamos a estar con curas y pastores, estudiantes y obreros, viejos sabios y abuelas de la entereza y el abrazo de la familia, vamos todos a estar, todos sin diferencias, todos con respeto. Eso es, así tiene que ser y nadie puede objetarlo ni impedirlo (menos los progres, caviares y contagiados de pesimismo).
Entiendo perfectamente que estas palabras le van a molestar a varias personas y no lo lamento, es más, las reiteraré en cada foro y medio donde pueda expresarlas porque nos están cansando los pesimistas, los aburridos y los acomplejados. Esos del cafecito y de la reunión de grandes pensamientos donde nadie piensa nada, esos que repiten y repiten “cómo se deben hacer las cosas para sacar al gobierno”, esos que no hacen nada y empujan para que otros las hagamos, ya cansaron mucho tiempo y es mejor que sigan escondidos en sus bares y comedores, porque donde ya no queda el pan ni el salario, existe un amor al país que a pesar de carencias, se enriquece con la protesta, con las marchas, con el abrazo compartido al gritar “fuera Castillo, fuera”. ¿Escuchas?
Cansan los pesimistas, los moralistas y puritanos de la política de primavera, los del brindis con los que salen en la foto, cansan. Pero cansan más los que repiten que todo está perdido y miran de costado, esos son los peores porque siguen de rodillas ante las izquierdas, piden consejo a sus amiguitos de las izquierdas, se acuestan en el sofá a beber un trago largo de pesimismos y luego, transmiten sus pesadillas y horrores de lo va a a pasar y nunca pasa, porque son mensajeros del pesimismo y claudicantes de la democracia. Entonces aburren y contagian aburrimiento.
Este sábado 5 de noviembre, es hora de patriotismo en las calles, como todos los días tiene que ser, pero además, este sábado 5 de noviembre nos reuniremos en un mismo lugar, para luego ir por diferentes destinos en una mano abierta que debe ahorcar la corrupción y la impunidad que predica el gobierno de las izquierdas.
Nada se ha perdido, cuando la Patria está en tu mente.