Si nada pasa y nada se escucha que sucede, es que algo grave ocurre, algo turbio, escondido por los medios de comunicación que ahora más que nunca, están al servicio de los postores de la complicidad, que van cobrando desde una limosna, hasta innumerables contratos para hijos, nueras, yernos, comadres y “planchadores” del cuerpo de la corrupción. Eso se sabe, es innegable, pero aumenta a grandes niveles sin que exista una sola actitud de detener tan desgraciado desenlace que nos lleva a vivir en un país donde una baraja de múltiples mini cárteles de la criminalidad, dominan toda la escena nacional.
Unido a ello, tenemos otro “peor gobierno de la historia”, que es derivado del de Castillo y el prófugo delincuente Vladimir Cerrón, protegido y resguardado -según se menciona en las redes sociales y uno que otro medio-, por el actual gobierno y las representaciones diplomáticas de Cuba, Bolivia, Nicaragua, Honduras y China (esta última, acaba de entrar en la rueda de las sospechas luego de develarse que durante el reinado regional del prófugo comunista, la empresa Chinalco se vio favorecida con múltiples ayudas desde la posición dominante de Cerrón, habiendo sido beneficiario de órdenes de servicio por intermedio de sus allegados).
Este otro, pero igualmente calificado como “peor gobierno de la historia” se maneja en barajas abiertas, con aliados como Vizcarra, Acuña, evidentemente Cerrón y algunos traidores de la derecha cobarde que buscan generarse unos miles de soles o algunos millones de dólares con diversos negocios y cercanías complicadas que van a irse conociendo poco a poco, o en huayco de noticias.
Pero por encima de toda esa maraña tan difícil de mantener alegre (siendo tan diversos los aspirantes a ser en algún momento -ya verán- nuevos colaboradores eficaces o soplones, quizás testigos protegidos) se encuentran “los ministros de la ineptitud y la gran incompetencia”, como el del Interior, asustado bajo la cama y encerrado bajo siete llaves sin dar la cara, sin trabajar, sin ponerse en modo “varón pelea” frente a la delincuencia que el gobierno propicia al no hacer nada, absolutamente nada.
También tiene este gobierno al ministro de Salud más enfermante que se puedan imaginar, ya que recién el día 3 de febrero del 2024 aprobaron el “Plan de Prevención y Control del Dengue 2024”; es increíble esa extemporaneidad porque desde octubre del 2023 ya se sabía la tendencia del dengue en el país. Por eso preguntamos: ¿El gobierno espera que se incremente el daño humano, sobretodo en los más pobres, para pedir nuevas “declaratorias de emergencia” y gastar dinero en forma desordenada y malintencionada? ¿Otra vez?
Y del sector Economía, hay muchísimo por decir, como que por ejemplo el Perú retrocedió el 2023 más que en los últimos veinte años -sin contar la pandemia-, alzanzando un resultado de menos 0,5% lo que significa que necesitando un mínimo de 4% para respirar al borde del agua, ahora nos encontramos sumergidos, ahogados y angustiados con una balón de oxígeno que está en cero, con más de un millón de jóvenes sin trabajo digno, con más de tres millones de ancianos sin pensiones dignas, con más de cuatro millones de mujeres luchando por sobrevivir al mando de sus hogares, con más de tres millones de emprendimientos cerrados o en quiebra, pero el ministro de Economía, frente a estas evuidencias, se ha revelado como un artista de la hipocresía y la indiferencia.
Revisen ustedes cada ministerio, uno por uno: todos son un desastre, no existen políticas a seguir, orden y prioridades, agenda de gobierno y tampoco, agenda de salida, que es un tema que debería estar activo por la inestabilidad política que vivimos desde hace décadas.
En lo único que existe certeza total, es que nos hemos acostumbrado a que los incompetentes y ladrones gobiernen.
Desde Buenos Aires, Carlos Gonzáles, en exclusiva para Minuto Digital news