“Si ya no queda nadie, ni nada creíble ¿por quien tendremos que votar? -Escucha Ricardo, no vemos soluciones, no escuchamos propuestas, seguimos en lo mismo pero peor, viendo el debate de los ignorantes y la pelea de los delincuentes que ocupan los escaños y ministerios del poder temporal”, me decían esta mañana más de una centena de estudiantes universitarios en el Diálogo de Actualidad que el Instituto del Ahorro y Minuto Digital news auspiciaron en la UNMSM Universidad Nacional Mayor de San Marcos, una jornada importante de “críticas y soluciones”, que ya se quisiera replicar en el Congreso o en el fantasmal Acuerdo Nacional, que no sabemos si existe o sigue siendo un momento de fotos y elogios entre los culpables de siempre: los políticos.
Y la razón fundamental de todas estas opiniones es que nos precipitamos velozmente en una sinuosa pendiente de descomposición institucional cada vez más peligrosa, cada vez más “de costumbre”, donde ya dejamos como algo normal que suceda y siga sucediendo porque cualquier cosa que hagamos o digamos, no va servir de nada y para nada positivo.
La ciudadanía, pero sobre todo, los que van a ser pronto ciudadanos, desconfían y repelen el actuar y el silencio cómplice de los medios, la justicia, el gobierno, el congreso y la Policía nacional, y hasta podemos sumar a la Iglesia católica, que se ha puesto otra sotana y se rinde a otra cruz. El Perú está en el peor camino y tiene el peor de los destinos si es que no hacemos un corte radical que reconstruya institucionalidad, porque en el sendero que nos ha tocado vivir, es como estar en medio de un hoyo ardiente, recibiendo más brasas que nos siguen quemando, aunque sabemos que existe un chorro potente de agua para salvarnos y solamente hay que accionarlo, nada más.
Fíjense bien: apenas se podrían tener cuatro o cinco candidatos algo aceptables para la presidencia, pero en las listas a la Cámara de Diputados y al Senado de la República, el asunto es paradójico, porque cerca de diez mil serán candidatos por mini partidos donde se juegan apuestas y se timbea el futuro, como siempre, pero peor, más y peor.
¿Podremos tener siquiera unos 20 Diputados y 10 Senadores que hagan la pelea por la Libertad y la Democracia los siguientes años? No lo sé, no lo creo. Hasta el momento, solo se escucha de bribones, no de ciudadanos.