Entre la incoherencia del pensamiento y la incoherencia del comportamiento, los peruanos navegamos con destreza y una habilidad extraordinaria para naufragar en cualquier embarcación, encallar hacia cualquier destino. No somos consecuentes con nuestros principios y valores -que no sabemos si los tenemos o los hemos perdido-, quizás es porque los acomodamos por momentos y después de tiempo, después de la indiferencia silenciosa salimos indignados a pedir cambios, reformas y renacimientos, nueva constitución, otro gobierno, otro congreso que sea peor al actual, lo que sea, cuando sea, como sea.
¿Gritamos nuestro pedido de morir para ser nuevos actores de la sociedad? Lamentable comprobarlo, es terrible saberlo a cada instante. Creemos que podemos crear todo y que podemos recomponer todo y sin embargo, los gobiernos que nosotros elegimos, los congresos que nosotros elegimos, los gobernadores regionales y alcaldes que nosotros elegimos, se juntan con los ministros que nosotros contratamos, para cumplir una tarea miserable: destruir nuestra economía, nuestras vidas, nuestros emprendimienbtos, y hasta nuestra fe en nostros mismos. Votamos y elegimos a nuestros verdugos y les ordenamos que hagan lo que quieran contra nosotros y les pagamos para hacerlo. ¿Se puede ser más imbéciles?
Nos quejamos de todo y de todos, pero jamás estamos apoyando a los que en verdad merecerían ser nuestros representantes y les damos la espalda, porque “no creemos que tengan votos suficientes para llegar” y les negamos, nos negamos nuestro Derecho a colocar, a elegir, a respaldar a los mejores, a los honestos. ¿Qué nos pasa? ¿Por eso hablan de buscar un Bukele o un lo que sea? No jodan. El Perú no requiere modelos de caudillos -porque necesita sus propios liderazgos, no las sombras ajenas que pueden ser buenas tal vez, pero que no se asemejan a nuestra necesidad de alternativa nacional.
Reformas, reinicios, otros… A ver, ¿Nos miramos al espejo también? ¿Y porqué no, nuevos ciudadanos, otros votantes en vez de los tontos que fuimos y no debemos volver a ser? ¿Qué te parece?