La ONU publicó ayer un mensaje en su cuenta oficial de Twitter ensalzando las supuestas medidas sociales de la dictadura comunista cubana y omitiendo sus violaciones de derechos humanos.
El mensaje ya lleva más de 800 contestaciones, muchas de ellas de personas indignadas con el hecho de que la ONU se dedique a hacer propaganda a favor de una dictadura que viola sistemáticamente los derechos humanos más básicos.
La noticia que enlaza el tuiteo de la ONU, publicada en junio, no habla para nada de la miseria, la opresión y las diversas carencias que se viven en Cuba a causa de la dictadura comunista. Se limita a vender las supuestas ventajas sociales que ofrece el régimen sin mostrar ningún reparo. Incluso ensalza la “lucha contra las funciones de género” que lleva a cabo esa dictadura.
La realidad es muy distinta, y se percibe en las paredes desconchadas de la vivienda de dicha familia. Cuba tiene el segundo salario mínimo más bajo de Latinoamérica: 15 dólares (el más bajo, de 3 dólares, es el de Venezuela). El año pasado el salario medio de Cuba era sólo de 30 dólares al mes (por esas mismas fechas el de España era de 26.923 euros, unos 29.880 dólares).
Así mismo, La sanidad cubana es un completo desastre a causa del desabastecimiento y la falta de higiene, por mucho que la propaganda oficial diga lo contrario. Lo que está pasando en Cuba es el resultado de 60 años de una dictadura comunista que oprime y saquea a los cubanos, negándose los más básicos derechos humanos, entre ellos el derecho a la propiedad privada.
No es la primera vez que la ONU se retrata en relación a Cuba. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU no ha emitido ni una sola condena contra la dictadura castrista.
La ONU surgió tras la Segunda Guerra Mundial para impedir nuevas guerras y promover los derechos humanos, pero ahora se dedica a imponer la agenda ideológica progre y a ensalzar a una dictadura comunista. La Organización está traicionando sus propias raíces.