Cuantos cuentos y mentiras nos cuentan para distraernos y llevarnos, como un ganado, directamente al matadero.
Los abortados, que son millones, pueden servir para las grandes industrias y los de la tercera edad pasan a la categoría de inservibles y los estimulan para que elijan rápidamente una muerte dulce y bien asistida. De este modo se ahorra mucho en mantener gente improductiva que son un estorbo para el desarrollo de una sociedad moderna.
Esa es la lógica post moderna de los “sembradores impuros del odio” que optan por una vía contraria al sentido cristiano de la vida.
A muchos gobernantes y a sus secuaces se “les ve el plumero”. Se sabe qué es lo que piensan y a dónde van. Lo penoso es que existen legiones de gentes hipnotizadas que están engañadas y se han convertido en defensores de estas corrientes que permiten un libertinaje general como una trampa mortal que les permita a ellos quedarse con el queso.
Es la “racionalidad” de la irracionalidad, algo burdo y grotesco. Es muy fácil destruir para encontrarse con un botín, que tampoco les puede durar mucho. Nunca de algo malo puede salir algo bueno.
Cuando ya no importa la verdad
En esta época de Relativismo, se esconde la verdad y se sacan a relucir argumentos falaces y superficiales movidos por contubernios de los que quieren manejar a las masas para conseguir sus objetivos.
Hoy no extraña que una persona sea brillante en alguna rama de la ciencia, la literatura o el deporte y paralelamente tenga una vida desastrosa desde el punto de vista moral. Tampoco extraña que alguien con serias acusaciones y demandas, incluso desde la cárcel, se presente para ser una autoridad en el país.
Parece increíble que se estén dando expresiones colectivas de “protesta” con manifestantes indignados por distintas causas, donde se suben grupos subversivos que incluyen políticos que parecen dirigidos por una “mano negra” internacional. Nadie sabe para quién trabaja.
Un rebaño ingenuo que se dirige al matadero
Existen incongruencias, que son indignantes para las personas que tienen sentido común, y que no se han dejado engatusar por las grandes mentiras que “reinan” entre políticos y gobernantes coludidos con una parte del poder mediático.
Es penoso observar a personas que se dicen cristianas y están de acuerdo con el aborto o con los planteamientos de una ideología de género, que se opone radicalmente al Magisterio de la Iglesia y a la Sagradas Escrituras.
Urge una nueva etapa de recristianización, que debe tener prioridad en las enseñanzas milenarias de la Iglesia.
Es necesario que se den clases doctrinales teniendo como base el Catecismo de la Iglesia católica para formar la conciencia de las personas. La ignorancia religiosa se ha extendido por todo el mundo.
Está ocurriendo a nivel mundial lo que afirmaba un viejo refrán: “del pecado de ignorancia el demonio saca ganancia”.
A vista y paciencia de muchos cristianos que están “en la luna” desde el punto de vista doctrinal el mal avanza a pasos agigantados. No vaya a ser que cuando la gente se de cuenta, sea ya muy tarde. (P. Manuel Tamayo)