“La idea de que el SARS-CoV-2 fue creado deliberadamente en un laboratorio por la industria farmacéutica para hacer dinero con la venta de una vacuna, de que fue diseminado por los gobiernos de China o Estados Unidos, o de que se propaga a través del 5G son aceptadas por un número significativo de personas en el mundo, según reveló recientemente un sondeo global. Muchas de estas teorías tienen un elemento en común: una sospecha profunda sobre todo lo que sea oficial (pueden ser organizaciones internacionales, gobiernos, medios de prensa reconocidos, etc.). (BBC, News)
QAnon es un conjunto de teorías de la conspiración que aseguran que Donald Trump lucha contra una élite secreta de pedófilos que gobierna Estados Unidos en la sombra. Se afirma que existe una élite secreta que gobierna el país y que mantiene una enorme red mundial de tráfico sexual de menores. De esta élite forman parte políticos del Partido Demócrata como Hillary Clinton o Barack Obama, actores como Tom Hanks, el empresario George Soros o la presentadora de televisión Oprah Winfrey, entre otros (EOC).
La cantante Keri Hilson, que tiene 4,2 millones de seguidores en Twitter. Según esta tesis, Bill Gates también es protagonista en esta historia. Al parecer, Gates tiene un plan perverso para desarrollar una “vacuna” que consiste en un chip con capacidad de monitorear nuestros movimientos, (Redacción médica).
“En abril se publicaron los resultados de un experimento in vitro sobre ivermectina y SARS-CoV-2 , el mundo de la investigación y el público en general se vieron arrastrados a dos puntos de vista extremos y opuestos sobre este tema. Un grupo pedía que se descartase el uso de este fármaco contra la COVID-19 de manera temprana, ya que las concentraciones efectivas informadas por Caly et al. Eran demasiado elevadas para poder alcanzarlas in vivo y, por tanto, cualquier esfuerzo invertido en conseguirlo sería un desperdicio y generaría una falsa sensación de esperanza. El otro grupo, siguiendo un legítimo sentido de urgencia, se lanzó a promover el uso generalizado de la ivermectina, incluso sin pruebas adecuadas de eficacia y, lo que es más importante, de seguridad para este uso específico.
Comentario
En tiempos de pandemia, cuando ha crecido notablemente la sensibilidad de la población, han aumentado también las posturas extremas de los que comentan las situaciones difíciles de los tiempos actuales.
Las exageraciones se han multiplicado y los que las difunden están muy convencidos en las aseveraciones que hacen. Se sienten heridos cuando alguien quiere disminuir los “decibeles” de lo que piensan y propagan.
Para más inrri los exagerados no suelen ser profesionales en la materia, son una suerte de diletanti, que se han llenado de datos señalando a gurús como grandes y exclusivos expertos que tienen la solución para acabar con todos los males. Ellos además se sienten grandes colaboradores para resolver los problemas de los que todavía no conocen las soluciones.
Hoy se han multiplicado teorías de miles de difusores por todo el mundo, que buscan los medios en las redes y fabrican cadenas para que su información se vuelva viral. En el camino condenan las opiniones de los opositores en los que siempre ven mala intención.
Las intervenciones de los exagerados son recogidas por “seguidores” que aceptan ligeramente las teorías que escuchan sin mayores verificaciones.
Mientras miles se van muriendo en todo el mundo
El espectáculo que vemos hoy es bastante dantesco, porque todo se realiza en medio de una pandemia mundial que está matando a mucha gente. La gente, que la pasa mal, está dispuesta a creer lo que suponga alivio, aunque la aseveración no sea del todo cierta, para salir de las angustias de lo que se está viviendo realmente.
Las exageraciones van desde los que pregonan una confabulación mundial que ya ha dominado el mundo. Son los que dicen que la pandemia es una farsa y un montaje y que las vacunas un negociado de los que quieren controlarlo todo. Fomentan la rebelión contra los protocolos de las autoridades y hacen propaganda de sus productos, como lo único serio que hay en el mundo.
En el otro extremo están los que han caído en un pánico parasitario y no quieren salir a la calle; exageran su protección viviendo con rigor todos los protocolos y exigen que los demás lo hagan. Son partidarios de los confinamientos estrictos para evitar los contagios. Sufren y la pasan mal cuando perciben descuidos en sus familiares o amigos.
Cuidarse sin exagerar
En un solo párrafo podríamos decir, pienso que con sentido común, que no existe todavía ningún medicamento que evite el contagio del Covid: habría que esperar el resultado de las vacunas.
La mejor prevención para no contagiarse es la mascarilla, el lavado de manos y el distanciamiento social. Estos protocolos se pueden vivir con naturalidad y sin exageraciones. Hay medicamentos en estudio que están ayudando a una mejor protección contra el COVID con resultados exitosos en varios ambientes.
Las mafias, los traficantes y la corrupción
Confabulaciones políticas siempre han existido; por supuesto que hay ideologías que quieren dominar el mundo. Existen políticas destructivas, como lo podemos apreciar en muchos países. Hay dinero que circula que procede de la corrupción y que está destinado a que la corrupción continúe. Hay grandes negociados que utilizan trata de personas, abundan los delincuentes y las mafias. Todo eso hay que combatirlo, pero no se puede decir que las grandes mayorías estén en eso, o que los grandes mafiosos ya han dominado todo el mundo.
Las profecías Bíblicas
Si nos fijamos en la Biblia encontramos que está profetizado el final de los tiempos y el fin del mundo con una propagación del mal y una corrupción generalizada. Sin embargo nadie puede afirmar que estamos en esas épocas. Eso lo sabe Dios.
La Iglesia nos pide ser buenos cristianos y estar bien preparados para el fin de nuestra vida aquí en la tierra. Si hacemos las cosas bien nos ganaremos el Cielo.
Jesucristo funda la Iglesia como arca de salvación e instituye los sacramentos para que nos den vida. La fidelidad a los medios que Dios nos da a través de la Iglesia nos coloca en ese nivel de serenidad y paz que todo cristiano debe tener en el tiempo que le toca vivir.
En la historia ha habido apariciones de la Virgen, algunas reconocidas por la Iglesia. Nuestra Madre del Cielo nos pide vivir cerca de Dios sembrando paz por donde pasemos. Ella nos advierte de los peligros que pueden correr quienes siembran el odio y los enfrentamientos entre los seres humanos.
La fidelidad a la Palabra de Dios y a los Sacramentos que la Iglesia nos enseña, son precisamente para vivir con coherencia cristiana, amando a Dios y al prójimo, y también para nuestra salvación. Jesucristo está físicamente presente en la Eucaristía, ha querido quedarse como alimento para la vida espiritual y es además prenda de la gloria futura.
La gente no se salva por las medicinas, se salva por Dios, que siempre está pendiente de nosotros y nos pide a cada uno cumplir con nuestro papel. No hay que olvidarse de que Dios está siempre presente y es el Señor de la historia.
Jesucristo ha venido a traernos la paz y nos alcanza los medios que necesitamos en cada época. No debemos ser tremendistas ni exagerados en las situaciones difíciles que trae la pandemia; tampoco podemos presumir descuidándonos como si no pasara nada.
Más comprensión con las personas
Hoy la sociedad exige más comprensión, sobre todo para aquellas personas que salen a trabajar en los medios públicos y para no contagiar a su familia alquilan una habitación para dormir. Ellos también son héroes que merecen todo nuestro respeto y admiración.
Nos toca a todos rezar por las autoridades para que no caigan en “negociados” y que sus intervenciones sean honestas y acertadas a favor de la salud y el bienestar de todos los ciudadanos. (P. Manuel Tamayo).