La multiplicación de proyectos de leyes para modificar normas de trabajo y referidas a los sistemas de pensiones sigue en avalancha. Pero en realidad, están dirigidas –las de pensiones- sólo al sistema privado, cosa rara, cuando el sistema nacional está en quiebra, cosa extraña.
Una de estas iniciativas de los congresistas, quiere establecer por ley una pensión universal fija, que sería equivalente a una remuneración mínima vital como segundo objetivo, ya que al inicio –lo temporal se hace permanente en Perú por si acaso-, al inicio sería equivalente a 125 soles al mes. El sueño del imposible, porque adicionalmente, si deseas una mejor pensión, deberás contratar a una empresa privada para eso…es decir, doble pago para un fin de pobreza y una posible media esperanza.
Al margen de la idea, que puede ser interesante para muchos que se quieren conformar con tener como pensión esa cifra de 125 soles al mes que puede variar en cualquier momento, suspenderse si faltan recursos o caen los pagos de nuevos y mayores impuestos, o por una simple decisión del gobierno o desaparecer si las cosas no van bien, no he encontrado hasta el momento un estudio financiero que demuestre la sostenibilidad de esa iniciativa legislativa.
Las leyes provenientes del Congreso, deben tener sustento, sino son puro cuento. Bueno pues, el cuentazo es que la mediocridad hoy se construye con leyes desde ese lugar, desde los escritorios de algunos burócratas del gobierno, y desde las oficinas de un grupo de ex ministros de la era Humala y Vizcarra, que andan haciendo un lobby muy sucio para ser los gestores del ahorro previsional.
Veamos dos escenarios. Primero, el derecho de tener una pensión que sea la que uno desea, en base a tu esfuerzo de trabajo, tu ahorro individual y a tu nivel remunerativo. Esa pensión se logra en una AFP, en el sistema privado de pensiones y depende de mis decisiones y de la gestión de mi administradora de fondos previsionales. De no estar satisfecho, puedo retirar parte o la totalidad de mis ahorros previsionales.
Segundo, el derecho de tener una pensión, en base a tu esfuerzo de trabajo, tu aporte mensual y la decisión del Estado. Esa pensión depende del gobierno, es el sistema nacional de pensiones y se sujeta a decisiones políticas. Debo esperar que el Estado decida y fije la pensión, que hoy en día es entre 500 y 893 soles, pero durante más de 20 años aproximadamente fue entre 415 hasta 857.36 soles teniendo como mínimo 20 años de aportes efectivos y como mínimo también, 65 años de edad. Es decir, era una pensión de jubilación excluyente.
Por ello les contamos que decir, afirmar un sueño, no es verdad, aunque el sueño sea en realidad una pesadilla al despertar. De eso se trata el populismo, hacer soñar sin decir la verdad, engañando.
No es posible establecer una pensión universal diciendo que es digna o justa, trabajando o sin hacerlo, cotizando o sin hacerlo, sólo para obtener votos y sacarle el doble de dinero a los trabajadores, para recibir menos de la mitad.
No nos dejemos engañar por ilusiones temporales, que al final, significan pobreza para todos, menos para los políticos gobernantes, sus familias y sus aliados.