De vez en cuando, el tema de las pensiones, la jubilación y el retiro laboral vuelven a la escena en cada país, en especial en América Latina y de esa parte del mundo, en especial en aquellas naciones que cuentan con sistemas privados de pensiones (SPP) porque existe una denominada cultura “de la condena al éxito” y otra concultura del llamado “impulso a la condena del éxito”. Como ven, son dos potentes inyecciones de odio que se alimentan del resentimiento más cruel que nace desde los políticos, algunos medios de comunicación, grupos de presión (mal llamados representantes de los usuarios y consumidores) y grupos de poder que viven buscando la opción mercantilista a cualquier decisión, parezca a favor, parezca en contra de los ciudadanos, porque “ellos”, los mercantilistas, siempre ganarán y usted apreciado lector, siempre perderá aunque los gráficos, los expertos y los gobernantes digan lo contrario.
¿Pero tanto así de importantes son las pensiones y la jubilación? Tanto o más de lo que usted cree y además, crecen en importancia con el tema galopante de la longevidad, asunto estratégico que muy pocos gobiernos se atreven a mostrar como una extraordinaria oportunidad global, en vez de verlo y manejarlo como un virus al acecho, cuya única vacuna es acelerar la muerte con ese eufemismo llamado “eutanasia”.
Pero vayamos “al contexto nacional” para no extendernos demasiado. Resulta que en el Parlamento peruano (todos los congresos pasados) se han lucido por la inusual cantidad de proyectos de ley referidos al SPP, mejor dicho a las AFP o administradoras de fondos de pensiones (sistema de ahorro personal, individual, propiedad privada de cada afiliado, sentido de pertenencia y Libertad).
Lo contrario a lo inusual es que todos los proyectos convertidos en leyes han servido para desvirtuar y debilitar el sentido del sistema privado de pensiones, atacando el rol de gestión y administración de las empresas por cualquier motivo y no, a los que fabrican las leyes erróneas o malintencionadas, es decir, a los propios congresistas que dan una y otra ley, que no funciona, que no sirve y que limita derechos, para después dar otra ley, que tampoco funciona.
Inusual y paradójico es también que ni una sola ley haya sido promulgada para corregir, mejorar, arreglar, recomponer o reconstruir el sistema nacional de pensiones administrado por la ONP cuyo nombre pocos conocen: Oficina de Normalización Previsional (sistema de reparto colectivo, bolsa acumulativa mensual que sirve para que del total captado cada mes, el Estado entregue con lo que logra obtener y con nuevos créditos suplementarios, con más deudas, el pago a los jubilados que logran ser calificados para tener pensión. No es un ahorro y se necesitan más pagantes para muchos más receptores en una relación de 10 pagantes x 1 receptor, por ahora… y sigue creciendo esa relación, mientras hay menos afiliados a la ONP).
Como ven, las Leyes van contra el SPP, contra las AFP. No estimulan el crecimiento del ahorro con acceso a instrumentos más amplios de inversiones. En cambio, blindan el quebrado sistema nacional de pensiones. ¿Saben los congresistas, los políticos, los que dirigen los grupos de presión, como funciona el ahorro individual para las pensiones y la jubilación? ¿Saben que existen varios tipos de pensiones a lo largo del tiempo y una pensión de jubilación al finalizar la actividad laboral? ¿Saben que uno se puede jubilar, tener pensión y seguir trabajando? ¿Porqué están afiliados a las AFP todos los enemigos del SPP? ¿Porque le dicen a los trabajadores que se salgan de las AFP mientras ellos se quedan? ¿No será que quieren dañar a los trabajadores y castigar el ahorro individual y no les averguenza -a los políticos en especial- decir que te suicides financieramente, pero con frases populistas?
La ignorancia o maldad de los actores políticos, comunicacionales, dirigenciales y sus colegas “opinólogos” han desvirtuado tanto lo que es y el impacto que significa el SPP que ahora hablan más cualquier tontería, antes que informarse y pedir explicaciones para conocer la realidad, simplemente eso, conocer la realidad y dejar de mentir y dejar de manipular, porque te están llevando a la ruina con la destrucción progresiva del SPP.
El SPP es exitoso a pesar de todos los disparos que le han echado encima, a pesar de las innumerables leyes y regulaciones para ahorcarlo. Sobrevive y paga pensiones de acuerdo al nivel de ahorro y rentabilidad acumulada en el tiempo y si uno no desea la pensión, se lleva su dinero (el ahorro y la rentabilidad sumada). ¿Eso ocurre en la ONP? No, porque no existe un Fondo individual de capitalización, porque la ONP estuvo mal administrada, porque no se dieron leyes y regulaciones en defensa del afiliado aportante que algún día va a llegar a ser afiliado jubilado o pensionista de invalidez por ejemplo. A los legisladores y a los gobiernos nunca les interesó la gente más pobre, que estando en la ONP no puede cumplir los dos requisitos básicos para jubilarse: tener 65 años y a la vez, haber pagado mínimo durante 20 años.
Sin embargo, me puedes decir: ¿Pero acaso no salió una ley que permite jubilarse anticipadamente si uno ha aportado diez o más años a la ONP? Es cierto lo que afirmas, pero eso, sólo te beneficia si tienes 65 años de edad, sino no. No es una pensión proporcional, sino cotizacional, definida sobre el tiempo de aportes y no sobre la edad, siendo que en el Perú la edad es el desencadenante de los problemas. ¿No lo saben explicar eso en la ONP cuando van los congresistas y sus decenas de asesores?
La crisis del sistema nacional de pensiones empuja a los legisladores y a los gobiernos a ver el éxito para castigarlo, para hacer de las AFP, una ONP bajo su control, cuando deberían hacer de la ONP, una AFP más cercana que las demás, educando a los más jóvenes y enseñando los caminos previsionales más adecuados para cada trabajador.
Entonces, “viendo el ámbito del contexto”, las pensiones y la jubilación, ¿Es mejor tomarlas antes o después de estar ya mayor de 50, 60 o 70 años?
La respuesta es una sola: Que tu decisión se fundamente en tu Libertad de decidir y elegir lo que más te convenga.
Un consejo final, si alguien te sugiere una regulación o iniciativa “al revés”, donde te ofrezcan lo mismo que el promedio de la ONP pero pagando también 20 años, ten cuidado, a veces los privados caen en el ritmo de las ideas burocráticas, pierden el control gremial y hacen públicos sus problemas privados, cuando debería ser en el sentido racional: soluciones privadas para problemas públicos, iniciativa privada para salvar al Perú.
Las AFP -eso sí- deben ofrecer y probar que con lo mismo que pagas durante 25 años a la ONP, tendrías como mínimo el doble de pensión de jubilación. ¿Se puede decir eso? Es un reto para que se responda, no para ofrecer lo mismo, porque nadie se compara con el quebrado, sino con el que demuestra más, siendo mejor.
Sentido de humanidad para ingresar todos en la ruta del éxito, eso le falta a los que legislan con ideas que están dentro de sus bolsillos. Sentido de explicación simple y directa, eso le falta a los que siendo exitosos, contratan pésimos voceros.