Es indudable que antes de la crisis sanitaria por el coronavirus, ya existía una acentuada crisis económica que golpeaba sobretodo la economía familiar y de pequeños emprendimientos.
Ese impacto crecía en varios frentes, pero se presentó la gran oportunidad al populismo con el cierre irregular del Congreso de la República y las inmediatas elecciones que además, traían preguntas para subir más el tono de la demagogia, haciéndola legal.
Los resultados fueron los que la manipulación logró y nada se revirtió: Si había corrupción, ésta creció; si hubo ineptitudes, éstas se desbordaron; si el populismo vendió su primer escalón, ahora viene con ascensor.
La primera misión era hacerle creer a los peruanos que tenían dinero “suyo para gastar” y no “un ahorro de largo plazo como inversión para la jubilación”. Eso, añadido a la desidia y desinterés de las AFP por entender lo que se estaba gestando en contra de los afiliados en la vereda del populismo, hizo que los políticos actuaran con total impunidad y facilismo.
Los que sacaron sus ahorros salvaron al gobierno de las responsabilidades de ayudarlos a sobrevivir en una pandemia. Eso NO lo entendieron, eso los limita en un futuro cercano a no tener ni ahorro previsional, ni pensiones, ni seguridad social en muchísimos casos. ¿Lo dijeron los Urresti, Alarcón, Luna, Omonte y demás irresponsables?
¿Saben esos cientos de miles de afiliados a las AFP -que sacaron todo el dinero-, que ya no tienen cobertura de sobrevivencia, saben qué es eso, saben qué significa eso?
Y también, indesligable decirlo ¿Las AFP y la SBS le alertaron a los afiliados a las AFP de ese riesgo adicional?
¿Porqué no presentaron los congresistas, el gobierno, las AFP o la SBS opciones para enfrentar los pagos de deudas y urgencias, sin perder los Fondos de Pensiones individuales en miles de casos?
Hoy el drama recién está empezando, la verdadera crisis recién se inicia.
El coronavirus es sólo el detonante de lo que se venía y las leyes populistas son el fuego consumiendo el presente y el futuro de millones de peruanos.
Pero eso NO es todo. Ahora va el populismo hacia los afiliados a la quebrada ONP. El congresista Alarcón, al grito de “ahora vamos por la ONP” ya dictó su agenda demagógica.
La realidad es que la ONP a set. 2019 tiene un déficit acumulado de (S/. -113,523’297,922.71) y un patrimonio negativo de (S/. -92,312’357,474.95)