Lo que sucede cada día en nuestro querido país parece absurdo, pero es la realidad que permitimos y que nos hace ser indiferentes para ponerle un “alto” y enderezar todo hacia lo mínimamente conveniente, a lo que nos puede conducir en forma sostenida al progreso y al desarrollo. Pero, no lo hacemos, callamos y volteamos la mirada porque no queremos comprometernos a nada, ni malo ni bueno, simplemente nos salimos de la escena y continuamos “en nuestro mundo”.
Roban a un ciudadano saliendo del banco, la víctima reacciona y persigue al ladrón y lo captura, lo sujeta con fuerza y el ladrón se tira al piso y grita que lo está agrediendo -la víctima-; llega la Policía y conduce al delincuente a un hospital y al ciudadano a la Comisaría donde será detenido y además, le solicitan dinero para las atenciones médicas del criminal que le robó. ¿Es eso cierto? Todos los días.
Un Ministro de Estado acude a una entrevista en la televisión y ante una pregunta sobre los precios de algunos alimentos, responde que las familias peruanas no deben de comprar los productos que han subido de precio y que no deben preparar comidas con esos productos, sino variar sus menús. Lo explica un Ministro de Economía, que por su voluminosa apariencia parece haber acaparado todos los productos que han subido de precio y con él, de peso. “No comas ceviche, haz arroz con pollo” es su receta… y el arroz está más caro, y el pollo alza vuelo.
Los congresistas presentaron cuatro proyectos de Ley (PL) en diversos momentos, cuyo contenido es de infarto más que de humor, proyectos de ley “para el país”, eso dicen: (1) PL que crea el Centro Nacional de Investigaciones Solares y Lunares CENISOL cuya fuente de financiamiento será estudiada por una Comisión Especial de delegados de las Regiones alto andinas, amazónicas y costeras implicadas en las plataformas de observación (¿? así dice); (2) PL que penaliza a los hijos menores de edad, para que los padres (papá o mamá, depende del caso) no les paguen sus estudios si tienen bajas notas en rendimiento académico, sobretodo a los hijos que no viven con su Padre o Madre; (3) PL que declara “de inmediato interés nacional permanente” que los congresistas de la República que lo determinen, al finalizar sus mandatos, sean incorporados como catedráticos en las universidades nacionales de su jurisdicción o residencia de forma ad-honorem; (4) PL que ordena que se programe en cada legislatura, la realización de una sesión descentralizada en la región antártica del Perú como fomento a la inclusión territorial.
¿Todo esto, es motivo de sorpresa? Ocurre en el Perú y seguramente en otras naciones, pero acá es algo diario.
Por eso se hace normal que todo siga yendo mal y seamos indiferentes, porque ya nada nos asombra y respondemos como pesar del barrio que “acostumbrados estamos”, aceptantes nos hemos vuelto, nada ganamos con protestar, nadie nos escucha, nadie nos representa y los que dicen que lo hacen, nos averguenzan demasiado y finalmente, es mejor reir que llorar.
Somos los indiferentes, pretendiendo ser incluyentes.
Imagen referencial, extraordinaria toma de juanyvaneymoto.blogspot.com