Revisando boletas de pago de remuneraciones, encontramos con varios ciudadanos entrevistados en un amplio recorrido por Lima Norte, la gran cantidad de dinero que nunca ingresa a nuestra Familia y se lo lleva el Estado –o mejor dicho, cada gobierno que ha pasado-, como si nos brindasen algún retorno, algún servicio, alguna contraprestación, como tiene que ser, pero nunca ocurre.
Porque sin ser egoístas, toda inversión y todo gasto, debería ser correspondido con un beneficio (para uno, para su familia, para la sociedad o específicamente, en acción solidaria o subsidiaria para grupos que lo necesiten por la carencia que los abruma). Pero no es así.
Sólo en el Congreso de la República, se gastan inmerecidamente (no se invierten en resultados legislativos productivos) más de S/ 400 millones al año y todos nos preguntamos: ¿Para qué?
Y esto no es de ahora, viene de ayer y de antes de ayer:
¿Para que algunas Congresistas impulsen el odio y la violencia, huelgas y paros, bloqueos de carreteras y protestas violentas?
¿Para que un Congresista pase facturas falsas de viajes o consumos excesivos en almuerzos y cenas?
¿Para que que algún Congresista viaje con su amante en semana de “representación” con todos los gastos pagados por nuestros impuestos?
Pero si vamos a lo escandaloso y condenable, veamos lo realmente tenebroso:
Los Gobiernos Regionales (casi todos de izquierda), tuvieron el año 2022 nada menos que S/ 35,552 millones de presupuesto, es decir un 18% más que el 2021… ¿Y qué hicieron? Yo les cuento… ¡Un 500% menos que el año precedente!
Aumentemos el nivel de escándalo con los denominados gobiernos locales o municipalidades, donde los alcaldes se adueñaron de S/ 21,571 millones de soles ¿Y has visto las obras que han hecho en tu distrito, en tu beneficio? Ni una sola que lo amerite (hablamos sin mencionar excepciones, porque el escándalo es la regla común).
Mientras tanto, nosotros los trabajadores pagamos la existencia, abuso y malversación consentida de los Gobiernos Regionales y cerca de dos mil municipalidades… con nuestros impuestos (mencionaremos algunos)
Impuesto a la Renta (sobretodo quinta y cuarta categoría)
Impuesto Selectivo al Consumo (por los combustibles como la gasolina y otros gastos)
Impuesto General a las Ventas (debería llamarse “a las compras”)
Impuestos Municipales (Predial por ejemplo; pagar por algo que nos costó tantas privaciones mientras los que invaden no pagan nada y les costeamos todo)
Peajes en carreteras peligrosas (sin servicios de seguridad y de atención de urgencias)
Impuesto vehicular, SOAT, pagos por derechos de trámites en cualquier entidad estatal que lo cree conveniente…
Cargas tributarias en los recibos de servicios públicos (agua, luz, internet, telefonía fija y celular…)
Arbritios municipales por servicios de limpieza que acumulan la basura o servicios de parques y jardínes… y no hay más que tierra y parques abandonados o secos, etc. etc.
De todo lo que pagamos siempre, ¿Cuánto retorna como un servicio eficiente que te permita decir “pago con orgullo mis impuestos?