Hoy esta columna está dedicada a quienes dicen leerme y (salvo que sean troles) contestan diciendo que solo critico sin proponer en la lucha contra la pandemia. Ante la falta de tanta comprensión lectora, aquí les repito lo que aún hoy día puede hacerse:
Primero, el comité especial de lucha contra el Covid-19 ha fracasado, no puede ser que 90 días después de iniciada la crisis recién se inicie la compra seria y sostenida de las pruebas moleculares.
Tampoco es correcto que persista la incapacidad de atención en el interior del país y que las cifras las manipulen tan groseramente (por ejemplo el número de muertes, según estimados serios sería unas tras veces más que lo declarado oficialmente, es decir casi 19 mil personas).
Frente a tanta incapacidad es el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el que cuenta con facultades constitucionales y legales para asumir la coordinación, planificación y logística en situaciones de crisis, lo cual no implica militarizar al país.
Segundo, debe convocarse a un Gabinete nacional de ancha base en reemplazo de badulaques que nadie respeta como el premier Zeballos y el ministro de Salud (Nota de Redacción: este artículo fue publicado el 16/06/2020) cuyo origen comunista incide en darle énfasis a la ideología de género y el aborto en plena pandemia; así como a traer “médicos” cubanos que son solo agentes de inteligencia castristas a quienes se les paga una barbaridad mientras que a los médicos peruanos se les trata como carne de cañón.
Tercero, se debe endurecer al máximo las sanciones para los corruptos: desde los que compran un avión prototipo para la policía, hasta los que reciben sueldo como Swing por ser amigos del presidente, pasando por aquellos que compran con sobrevaluación escandalosa productos médicos y los otros que incrementan la subvención a la prensa privada,
Es urgente convertir a los dueños de pymes, informales y al pueblo en aliados sociales y no en enemigos para mantener el orden público, sin quitarle autoridad a la policía y los militares.
También debe planificarse mejor con los gremios patronales y sindicales la reactivación y la ayuda, sin decantarse por el facilismo criminal de regalar dinero y precipitar al país a la peor recesión de su historia.
Puedo seguir con la lista propositiva, pero esta es apenas una pequeña muestra de lo que puede hacerse si realmente tuviésemos a un presidente líder y no a un personaje tan deleznable como Vizcarra.