Si creemos que lo correcto y la justicia deben imponerse sobre la corrupción y la impunidad, este 28 de julio de 2022 el actual presidente no puede ser el protagonista del Mensaje a la Nación, sino que debería de hacerlo el congresista que ocupe la encargatura presidencial ante la vacancia, renuncia o inhabilitación a Castillo y también a Boluarte, ambos cómplices de la organización extremista que gobierna en el país.
Quedan pocos días para las Fiestas Patrias y si todo sigue igual, no serán de celebrarse teniendo gentes que han hecho casi a diario, un escándalo contínuo en el Estado, designando ministros incompetentes, funcionarios públicos con legajos judiciales asombrosos y procesados de diversa actividad delictiva, cuando no prontuariados.
¿Se merece el Perú seguir teniendo un presidente y una vicepresidente de estos niveles tan repudiables? ¿Se puede concebir tener más tiempo en la presidencia y la vicepresidencia a personas que representan odio, agresión, violencia, resentimiento y retroceso?
En un país sometido al crimen promovido y defendido por el gobierno –es nuestra opinión como medio de comunicación-, es inconcebible que Castillo, Boluarte y todos sus ministros sigan en alguna posición de gobierno, por eso, en el hipotético caso que sigan gobernando el 28 de julio, vamos a proyectar algunas de la ideas que están trabajando para sorprender a los peruanos.
La primera es la tentación de Castillo y su entorno de cambiar la sede de gobierno a Cajamarca, para lo cual, se estaría destinando un presupuesto especial en tal sentido y como complemento, la distribución progresiva de los ministerios a diversas regiones. Esta mudanza a Cajamarca no es casual, es parte del libreto narcogobiernista que sigue avanzando en sus dominios ilegales.
Segundo, ante exigencias de mandos de las fuerzas armadas y la policía nacional, se van a destinar nuevos presupuestos para adquisición de armamento y equipos de inteligencia ¿Con quién? Con China comunista y por eso, no hay tanto reclamos sobre Las Bambas y ya sabemos lo que significa todo eso y las comisiones y viajes para la familia del presidente (y un destino para algunos prófugos).
Tercero, en cuanto al tema económico, existe una serie “consensuada” de impuestos proyectados sobre las plataformas digitales y toda la arquitectura derivada y además, al uso de dos o más equipos celulares. ¿A quien afectaría eso? A las clases medias que siguen calladas.
Tenemos más para ir anunciando, así que para no malograr la semana en un solo día, seguiremos contando lo que están trabajando estos sinvergüenzas y sus socios.