El presidente encargado del país nunca ha respetado la memoria del Gran Almirante Don Miguel Grau Seminario, ni de Francisco Bolognesi, ni de José Abelardo Quiñonez, ni de ningún miembro de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas, que desempeñaron a lo largo de la historia, ejemplares actos de heroísmo y entrega al Perú.
Lo afirmo y es mi opinión –cada día más fuerte y contundente, basada en verificar actos miserables como rendirse a un autógrafo de terroristas, mientras los rehenes padecían la tortura permanente sobre sus vidas -, que este presidente de casualidades y conspiraciones, es un rotundo opositor al orden, a la justicia, a la Constitución, a la ciudadanía y al soporte que nos brinda una sociedad libre: las Fuerzas Armadas.
Sagasti no sólo es corresponsable de la muerte de decenas de miles de peruanos abandonados y menospreciados en plena pandemia, no sólo es cómplice de actos que la justicia nacional y la Corte Penal Internacional procesarán a su debido tiempo, sino que es parte de una cofradía de manipuladores, una suerte de organización que viene de antes, en la cual él es un operador más, y por eso, las responsabilidades compartidas son su peor antecedente.
Que decenas, cientos, miles de Oficiales y miembros de nuestras Fuerzas Armadas en situación de retiro eleven su voz, expresen sus pareceres, proclamen lo que sienten, den sus opiniones, no puede ser objeto de ninguna censura ni procesamiento: es, son sus opiniones, como la que yo estoy haciendo ahora en mi condición de uso de mis libertades.
Por eso pregunto: ¿Tengo, tenemos que pedir permiso al encargado de la presidencia o a alguna “autoridad” para usar nuestra Libertad de opinión y de expresión? ¡NO!
Pregunto también: ¿Los miembros de las Fuerzas Armadas, cuando se encuentran en situación de retiro, no son acaso ciudadanos tan iguales como los que no hemos sido jamás miembros de las Fuerzas Armadas y en consecuencia, con iguales deberes, con iguales derechos, con la misma Libertad para todos?
¿Quién se cree Sagasti para amenazar a nuestros Defensores de la Patria? ¿Quién cree ser Sagasti para ofender las meritorias historias de Policías, de Marinos, Aviadores y Militares en la lucha contra la subversión por ejemplo?
Yo apoyo a mis Fuerzas Armadas, rechazo rotundamente al terrorismo y en especial, a sus cobardes, miserables y constantes aliados que desde el gobierno ahora –en mi impresión- buscan dañar, desunir y enfrentar al Perú, mintiendo, manipulando y censurando nuestras Libertades, porque callar una voz, es silenciar a un país y eso, no lo vamos a permitir.