Me dicen con sus limitaciones y asombros propios del desconocimiento de la era digital… “¿Qué raro éste comunismo del gobierno de Castillo, Cerrón y Verónika Mendoza que no expropia empresas, no confisca ahorros ni encarcela a la gente, no? Y siguen diciendo… ¿Qué extraño que no se digan chavistas, ni que hayan formado brigadas populares o comités de defensa de revolución, no?, ¿Qué increíble que no hayan confiscado medios de comunicación, ni cerrado iglesias o perseguido sacerdotes y monjas, que no te hayan fusilado o que millones no se hayan escapado del país, no?
Esas preguntas que son válidas -por supuesto-, son parte de la ignorancia, de la falta de lectura, de la ausencia de formación en millones de personas y es comprensible, entendible, porque es así justamente como se comienza a expandir, como algo natural, subliminalmente, otra historia se que suma al progresivo odio, agresión constante y violencia de un régimen autoritario primero, comunista después, a lo largo del tiempo. Hasta se presentan como idiotas, pero no lo son, quieren que tú se los digas para que ellos se victimicen y conquisten a otros por compasión hacia ellos, los que gobiernan.
El comunismo instaurado, no significa el comunismo apretando tus válvulas, porque primero es la conquista del poder y eso, que no es un resultado electoral solamente, lo están logrando ante el siencio y la dictadura del conformismo, el “pero si no pasa nada, son unos imbéciles eso sí, pero dejan que siga con mis negocios, además, son baratos estos peseteros”. ¿No lo has escuchado? Ahora lo estás haciendo.
El proceso del camino de los marxistas leninistas en un gobierno (maoístas liderando) es largo, con avances y retrocesos, flujos y reflujos como ellos mismos dicen.
El proceso no se conoce, no se revela el día siguiente de la juramentación de Castillo, al contrario, allí nace la etapa de enamoramiento a la denominada burguesía y pequeña burguesía –digamos a la clase media tan varopinta y sin liderazgo-, es allí donde comienzan “los ecos del momento”, el afirmar que “son buena gente, no saben nada, pero se les puede ayudar”, “ya no me voy del país, esto no es Cuba, no es Venezuela”, pero mientras tanto, la expansión del trabajo ideológico de masas no se detiene, aumentan los talleres de adoctrinamiento para la formación de fanáticos y militantes de atropello y represión, se relega la educación y se la pone en caos –primera etapa de la revolución, ajustar la educación, evitar la ilustración-, se va legislando contra las pequeñas y medianas empresas y no contra el supuesto objetivo que decían que era el gran capital ¿Porqué? Por dos razones. O porque el gran capital nacional y extranjero está limpio y robustecido ante cualquier maniobra política, o porque existen acuerdos con grupos mercantilistas establecidos en el gobierno, escoja usted.
Toda una secuencia de políticas de penetración y asentamiento de poderes sectoriales se pone en marcha y eso demora, es un proceso de por lo menos dos a cinco años o más inclusive, dependiendo de las estrategias puestas en marcha, de los equipos a cargo, de las instrucciones que vienen y se dictan en las fuentes del poder central: el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla, es decir, las filiales de la Internacional comunista. Así es, que no lo veas, es otra cosa.
Y cuando las condiciones están dadas, como ocurrió en Cuba a los pocos años, en Venezuela luego de un quinquenio, en Nicaragua casi al mismo tiempo, entonces allí sí vienen como un tubo las medidas de control político y a la par, de control ciudadano, sobre todas tus libertades, apagando la Democracia o lo que queda e instaurando “el poder popular”. ¿No lo sabías, no parece verdad? Lo es, así es estimados ingenuos.
Por eso hoy sábado 5 de marzo, hay que arrancar todos los motores y no parar hasta lograr el objetivo que nos une para reconstruir una mejor democracia o hundirnos en el largo, sinuoso y terrible camino al comunismo.