El Informe de Estabilidad del Sistema Financiero (IESF) presenta la visión de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) sobre el panorama de la estabilidad del sistema financiero peruano, en el marco del monitoreo que realiza a los resultados de las políticas macroprudenciales.
La presente edición del IESF se desarrolla en un contexto en el que permanece el riesgo de que los conflictos geopolíticos de Medio Oriente escalen y las tasas de interés internacionales permanezcan elevadas por un periodo mayor al previsto el año pasado.
Por su parte, la economía peruana enfrentaría algunos riesgos adicionales como los asociados a la reciente reducción en la calificación crediticia soberana en moneda extranjera de BBB- a BBB por parte de Standard & Poor’s, luego de un año en recesión económica, y a la posibilidad de que se agudice la incertidumbre política.
Teniendo en cuenta estos factores, el IESF analiza las principales vulnerabilidades y fortalezas del sistema financiero, y evalúa de manera prospectiva la resistencia del sistema financiero ante una hipotética materialización de shocks macroeconómicos adversos, presentando los principales resultados a través de los ejercicios de estrés de solvencia y de liquidez del sistema financiero de la SBS.
De la misma manera, se incluye un capítulo en el que se abordan temas que resultan relevantes para resguardar la estabilidad del sistema financiero. En particular, se da seguimiento al nivel de endeudamiento de los prestatarios de los créditos de consumo e hipotecario del sistema financiero y se presentan los principales resultados.
Asimismo, se presenta el análisis realizado sobre el desempeño actual y las vulnerabilidades que enfrentan la micro y pequeña empresa (MYPE) y las instituciones especializadas en microfinanzas (IEM).
Adicionalmente, el presente documento incorpora un capítulo que analiza tres temas de interés:
El primero, presenta la política macroprudencial de la SBS basada en el monitoreo de vulnerabilidades con el objetivo de que las herramientas prudenciales implementadas, permitan reducir el riesgo sistémico identificado.
El segundo, introduce el primer modelo desarrollado por la SBS para estimar las pérdidas catastróficas por lluvias e inundaciones para el sistema de seguros peruano, utilizando los avances científicos más recientes en la materia y la información disponible propia del territorio nacional, en aras de contar con una herramienta que contribuya a garantizar la resiliencia del sistema ante este tipo de catástrofes.
El último, evalúa el impacto de la propuesta de retiro aprobada recientemente, por el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, sobre las inversiones de los fondos privados de pensiones, que desnaturaliza el objetivo del sistema privado de pensiones de brindar una pensión que permita a los jubilados hacer frente a los riesgos de vejez e invalidez.
RESUMEN EJECUTIVO
Los factores de riesgo que podrían afectar las perspectivas de crecimiento económico global se asocian a la posibilidad de que escalen los conflictos geopolíticos en Medio Oriente, las tasas internacionales permanezcan elevadas por un periodo mayor al esperado y el crecimiento de los principales socios comerciales se desacelere. De esta manera, la tasa de crecimiento global que se alcanzaría en 2024 y 2025 (3.2%), según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se mantendría por debajo de su promedio histórico prepandemia.
La economía peruana crecería 3.0% en 2024 y 2025, según cifras oficiales. No obstante, estas proyecciones podrían verse afectadas ante la eventual materialización de riesgos tanto externos como locales.
Un primer riesgo se asocia a la posibilidad de que se revise a la baja el crecimiento global. Asimismo, la reciente reducción de la calificación soberana en moneda extranjera de BBB- a BBB por parte de Standard & Poor’s coloca los reflectores sobre la capacidad del gobierno para reconstruir la fortaleza fiscal. Por otra parte, las tasas de interés en moneda nacional habrían empezado a disminuir y se espera que esa trayectoria se mantenga en el transcurso del año, en línea con las menores presiones inflacionarias. Finalmente, se debe considerar que se mantiene la incertidumbre política y la posibilidad de que surjan nuevos conflictos sociales.
A febrero 2024, la cartera total de créditos sin considerar los programas del gobierno registró un crecimiento anual de 1.1%, lo cual evidencia un menor dinamismo en el sistema financiero, asociado a la desaceleración de la actividad económica y a las mayores tasas de interés registrada en 2023.
Por tipo de crédito, los portafolios, sin considerar los programas del gobierno de consumo, hipotecario y micro y pequeña empresa (MYPE), han registrado crecimientos de 3.9%, 5.1% y 2.6% a febrero 2024, respectivamente; siendo el portafolio no minorista el único que registra una disminución de saldos (-1.9%). No obstante, el sistema financiero mantiene adecuados niveles de capital (ratio de capital de 16.8%) y un importante colchón de provisiones (S/ 4,108 millones), con lo cual el nivel de cobertura de la cartera alto riesgo1 es de 100.9% a febrero 2024.
El sistema financiero muestra menores niveles de rentabilidad a febrero 2024, en comparación a los registrados en febrero 2023 y pre pandemia, producto del menor dinamismo de la colocación de los créditos y los mayores niveles de cartera de alto riesgo.
Así, el sistema financiero registró utilidades anualizadas de S/ 9,226 millones a febrero 2024, por debajo de los S/ 11,078 millones de febrero 2023 y los S/ 10,331 millones alcanzados en febrero 2020. La menor rentabilidad respecto a 2023 responde principalmente al menor crecimiento de la cartera y al significativo incremento del gasto de provisiones y del gasto financiero. Adicionalmente, la SBS desarrolló recientemente el ejercicio de estrés de solvencia para el sistema financiero, con el objetivo de evaluar su resistencia frente a una hipotética materialización de escenarios macroeconómicos adversos, que involucran shocks de índole doméstica e internacional.
Los resultados del ejercicio indican que el promedio del ratio de capital global del sistema financiero pasaría de 16.3% en diciembre de 2023 a 12.7% en diciembre de 2025, bajo el escenario de estrés severo. De esta forma, el sistema financiero mantendría niveles de capital por encima de los requerimientos mínimos regulatorios (9.0% a abril 2024) ratificando su resistencia frente a la hipotética materialización de escenarios adversos.
Por otro lado, el ratio de capital ordinario de nivel 1 –el cual constituye el capital de mejor calidad con el que cuentan las empresas del sistema financiero– se reduciría de 13.1% en diciembre de 2023 a 9.8% en diciembre de 2025, bajo un escenario de estrés severo, ubicándose también por encima del mínimo regulatorio requerido (4.05% a abril 2024).
La resistencia del sistema financiero se atribuye en gran medida a los colchones de capital y provisiones, que han sido fortalecidos mediante el marco regulatorio establecido por la SBS en los últimos años. Este marco, que se encuentra alineado a los estándares internacionales de Basilea III, promueve la calidad y robustez del sistema financiero peruano.
De la misma manera, los resultados del ejercicio de estrés de liquidez a un año muestran que, en general, las entidades son capaces de hacer frente a los flujos de salida estresados en los escenarios Leve y Adverso con el colchón de activos líquidos que poseen.
En el escenario Severamente Adverso, el déficit de liquidez asciende a 2% de los pasivos del sistema financiero. No obstante, se observa que en el escenario severamente adverso el sistema financiero peruano presenta en promedio brechas acumuladas positivas, en los horizontes de uno y tres meses, que ascienden a 2.4% y 0.3% del total de pasivos del sistema financiero, respectivamente.
Es importante destacar que, de experimentarse un shock como el simulado en este escenario, las empresas que presentan brechas negativas de liquidez podrían cubrirlas activando sus Planes de Contingencia de Liquidez y/o accediendo a operaciones de reporte de cartera de créditos con el BCRP.
La resistencia a shocks de liquidez de las empresas del sistema financiero está sustentada en la adecuada distribución de activos y pasivos por plazos de vencimiento, en la estructura de fondeo bastante diversificada y en los activos líquidos de alta calidad que han ido constituyendo para cumplir con el requerimiento del ratio de cobertura de liquidez (RCL)2.
Con el objetivo de preservar la estabilidad financiera, la SBS da seguimiento permanente a un conjunto de indicadores que permiten monitorear las vulnerabilidades y riesgos sistémicos que pueda enfrentar el sistema financiero. Particularmente, el monitoreo de hogares, se analiza mediante la evaluación del nivel de endeudamiento que ha mostrado un nuevo incremento a diciembre 2023, en un contexto económico desfavorable y de elevadas tasas de interés.
El ratio cuota-ingreso3 (RCI) promedio del sistema financiero ascendió a 29.4% en diciembre 2023, nivel que se encuentra por encima de la medición realizada en diciembre 2022 (28.1%), y que se acerca al umbral prudencial de 30%4 establecido internacionalmente. El incremento que se observa del RCI en 2023 se debe principalmente a la lenta recuperación de los ingresos de los deudores (el ingreso promedio formal mensual del sector privado aumentó 3.8% a diciembre de 2023), en comparación a las altas tasas de interés y al mayor endeudamiento que han tomado los hogares (los créditos de consumo se incrementaron en 8.01% y los créditos hipotecarios crecieron en 4.50% entre diciembre 2022 y diciembre de 2023).
En esa misma línea, se ha realizado un monitoreo sobre el desempeño actual y vulnerabilidades que enfrentan la micro y pequeña empresa (MYPE) y las instituciones especializadas en microfinanzas (IEM).
Durante los últimos 20 años, las IEM se han expandido utilizando recursos propios (tanto en forma de aportes como a través de capitalización de utilidades), consolidándose como el principal motor de la inclusión financiera y del acceso al crédito para las MYPE del país. Sin embargo, en los últimos años, el desempeño de estas instituciones financieras se ha visto afectado por un conjunto de shocks negativos en el sector real.
En este contexto, el otorgamiento de créditos de las IEM derivó en un deterioro de su cartera, lo que ha impactado negativamente sobre la rentabilidad de estas instituciones. Como respuesta a esta coyuntura, se han implementado algunas medidas para las IEM que puedan cumplir con sus necesidades de fortalecimiento patrimonial y liquidez en el corto plazo. Sin embargo, a mediano y largo plazo, estas entidades requieren de nuevas fuentes de financiamiento para poder continuar apoyando el desarrollo de las MYPE del país. Asimismo, la SBS cuenta con un amplio set de herramientas macroprudenciales que permiten reducir el riesgo sistémico.
La política macroprudencial de la SBS se basa en el monitoreo de vulnerabilidades que puedan afectar al sistema financiero, para que, en el caso de un incremento en la acumulación de riesgos, la SBS utilice las herramientas definidas con el objetivo de reducir el riesgo sistémico identificado.
El seguimiento de vulnerabilidades se realiza según los siguientes pilares, en línea con las recomendaciones del FMI: (i) sistema financiero en su conjunto, (ii) sector hogares, (iii) sector empresarial, (iv) liquidez y moneda en el sector bancario, y (iv) riesgo de contagio e interconexión dentro del sistema financiero. Cada pilar cuenta con un set de indicadores que permite identificar la acumulación excesiva de riesgos en el sistema financiero.
En función a las vulnerabilidades identificadas, se opta por utilizar una o varias herramientas macroprudenciales que permiten limitar el riesgo sistémico. De esta manera, la SBS cuenta con un amplio set de herramientas macroprudenciales que permiten mitigar el riesgo sistémico en cada uno de los cinco pilares descritos previamente.
Estas herramientas resultaron ser de gran utilidad para que el sistema financiero pudiera enfrentar la crisis económica, generada por el COVID19, desde una posición sólida. De otro lado, en el presente informe, se analiza la importancia de estimar las pérdidas por lluvias e inundaciones para preservar la estabilidad financiera y la solvencia del sistema de seguros frente a los riesgos catastróficos.
El Perú, debido a su ubicación geográfica, se encuentra expuesto a diversos riesgos de la naturaleza como terremoto, tsunami o inundaciones, por ejemplo. Además, el cambio climático ha acrecentado considerablemente la frecuencia y severidad de estos eventos, como experimentó el país con el Fenómeno El Niño Costero en 2017 (USD 660 millones de pérdidas aseguradas).
Ante este contexto, el desarrollo de modelos catastróficos que permitan la estimación de pérdidas es de vital importancia para la gestión del riesgo y para asegurar la estabilidad financiera de las empresas que brindan cobertura ante estos desastres naturales. Por ello, la Superintendencia está desarrollando el primer modelo de estimación de pérdidas catastróficas por lluvias e inundaciones para el sistema de seguros peruano, utilizando los avances científicos más recientes en la materia y la información disponible propia del territorio nacional, en aras de contar con una herramienta que contribuya a garantizar la resiliencia del sistema ante este tipo de catástrofes.
Finalmente, se realizó un ejercicio de simulación del comportamiento de los portafolios de las AFP, bajo el escenario de que se debe cubrir la totalidad del retiro anticipado y se identificó que los diversos requerimientos de retiros de fondos afectaron las estrategias de inversión y de rebalanceo de los portafolios de las AFP, alterando la composición de los portafolios y generando un impacto negativo en la rentabilidad esperada y en el perfil de riesgo de los portafolios.
El nuevo retiro de fondos afectaría de manera importante a los afiliados en el corto, mediano y largo plazo.
Un ejercicio de simulación del comportamiento de los portafolios de las AFP en un escenario donde se tengan que cubrir los requerimientos de efectivo debido a los retiros anticipados muestra una reducción en el posicionamiento como porcentaje de los portafolios de las clases de activo de renta variable extranjera, renta fija extranjera, corto plazo local y corto plazo extranjero y un incremento en el posicionamiento de la renta variable local, renta fija local e instrumentos alternativos.
En el corto plazo, el principal impacto negativo inmediato para los afiliados sería la pérdida que se generaría por la venta anticipada de instrumentos de inversión como corto plazo local, corto plazo extranjero, renta variable extranjera, renta fija extranjera y renta fija local y la venta de dólares americanos, a fin de cubrir las necesidades de liquidez que surgirían producto de los retiros. Mientras que, en el mediano o largo plazo, los principales impactos negativos serían la pérdida o reducción significativa de las pensiones de los afiliados, así como una afectación negativa en la rentabilidad futura debido a la modificación de la composición y el perfil de riesgo de los portafolios producto del distanciamiento respecto de la composición del portafolio teórico, generado en parte por una mayor exposición hacia las clases de activos que son ilíquidas y un mayor nivel de concentración de las inversiones en el mercado local.
Nota de Redacción: el Informe completo lo puede leer o descargar en el siguiente enlace