Destrozar la economía de millones de familias, destruir miles de pequeñas y medianas empresas, castigar la inversión privada, priorizar el dispendio del gasto público y la excesiva e inútil contratación de una burocracia que repite funciones y cargos inoperativos, costosos e improductivos, hundir a la minería, a la pesquería, atar de manos y pies a la agroindustria, dejar que todo siga cuesta abajo… estos son los logros de un ministro sin honestidad intelectual, sin patriotismo, acostumbrado a vivir del presupuesto público para darse gustos a sus anchas, que de por sí son desbordantes de escándalo.
El desempleo desborda, el empleo inestable e inseguro predomina, la burocracia reina y gobierna. Ese es el legado monstruoso del último peor ministro de economía, que sigue la saga de los peores desde que Vizcarra inauguró la incompetencia y la mediocridad como requisito para ponerse el fajín ministerial.
Se fue el ministro de la recesión y el retroceso: nos deja en el estancamiento, nos obliga a repensar qué hacer y cómo poder hacer algo para sobrevivir en medio de la inmovilidad prolongada que decretó un abultado y poco consciente amante del dispendio, mientras el hambre y la miseria galopaban frente a él y su entorno de los mismos de siempre.
Ni un solo indicador es positivo y sostenido, ni uno solo. Frente a ello, ingresan dos Ministros que saben de su responsabilidad y en quienes tiene que residir una esperanza convocante: Los nuevos ministros de Economía y Energía y Minas tienen grandes urgencias que solucionar, en momentos que el país carece de liderazgos. Por eso, ellos deben y tienen que ser los elementos del impulso a la acción inmediata, a la puesta en escena de decisiones rápidas y de consenso productivo.
El Perú debe sacudirse de malos ministros y recién ha salido uno de los peores, faltando muchos más, como el de Salud, del Interior, de Cultura, muchos más que la hora actual exige su salida.
Post Data: Cuando tengamos una mejor democracia, el ex ministro Contreras deberá ser procesado por múltiples indicios de malos manejos en la economía nacional, no nos vamos a olvidar de él.