La salida inusual, ilegal, irregular y evidentemente arreglada del asesino de policías Antauro Humala, hermano preferido del ex presidente Ollanta Humala, no es una casualidad, es la respuesta del gobierno del partido comunista Perú “libre” a la dispersa oposición que no tiene una agenda clara y definida, un plan mínimo de lucha contra las fuerzas políticas del odio y el resentimiento que están destrozando los caminos de progreso y desarrollo que tenía el país.
El comunismo ha ido sembrando vertientes de poder y manipulación del poder desde los ministerios y programas sociales, para equipar fuerzas de reacción contra la débil democracia que subsiste a duras penas en el Perú, asediado por una prensa de alquiler que se hipoteca al poder para financiar sus placeres y propagandizar sus objetivos (contra la empresa privada que no se arrodilla, contra los emprendedores que no son traficantes ante las leyes, contra las familias que no se venden a escándalos o mentiras).
Ministros militantes del desfalco y la corrupción han abundado en un año (más de 60) en una escandalosa serie de rostros que parecen estar colocados en algún programa de recompensas por sus capturas. De hecho, varios de ellos son convictos y otros tantos los van a acompañar. En igual sentido, el circulo familiar de palacio de gobierno es poco más que indignante, repleto de malhechores y traficantes de decisiones estatales de menor rango (pero que califican como delitos, así sea poco o mucho lo robado o recibido como coima).
Mientras tenemos un presidente ocioso para enfrentar su tarea y responsabilidades, se ha construido la imagen de un quinceañero enamorado y obsesivamente enfadado cuando se habla de su cuñada, como si esa mujer fuera la que tiene la preeminencia en su hogar. Ante esa realidad, es un secreto a voces la rivalidad entre las hermanas que habitan la residencia y las alcobas del palacio de la vergüenza. Una rivalidad fruto del deseo de poder, del dinero mal habido y del control de un menos que poco hombre que huye para dar testimonio ante la justicia, pero grita en cada plaza de provincias adonde va con cientos de policías obligados a darle protección -porque el pueblo quiere su rendición-, que es una víctima porque es pobre, y no lo es.
El Perú no merece más esta telenovela “mexicana” construida por los servicios de inteligencia extranjeros que hábilmente manipulan conciencias, que se han colocado en la DINI, que son propagandistas del Foro de Sao Paulo y que le están dando todos los recursos a Sendero Luminoso para renacer, con más potencial destructivo que antes, ¿O es que eso también es parte de la idea de sembrar progresivamente un gobierno que someta las libertades y aniquile la Democracia?
Castillo y Cerrón no son nada, no son nadie. Sendero está por encima de ellos avanzando y los seguirá inundando de militantes en el gobierno, hasta que tomen el control total o hasta que los eliminemos con las armas de la Ley y la razón.
Imagen referencial, comunistas haciendo propaganda a la destrucción del ordenamiento legal, nov 2020