Si hay un grupo humano en el mundo que debería oponerse con todas sus fuerzas al avance del islam, éste es el colectivo homosexual. No existe actualmente amenaza más seria contra ellos.
¡El islam nunca, pero nunca jamás, será gay-friendly! La única divergencia que hay en el islam sobre el trato que hay que darle a los homosexuales es si deben ser lapidados (Mauritania), colgados (Irán), decapitados (Arabia Saudí), crucificados (Somalia), despeñados o degollados (Daesh)… En los países de mayoría musulmana donde no se sanciona a los homosexuales con la muerte sigue aplicándose castigos como latigazos, prisión, etc…
El concepto de derechos humanos es ajeno al islam. Simplemente no hay derecho ni ley fuera de la sharia. El concepto de derechos humanos para los homosexuales es una obscenidad para el islam. El islam no considera la homosexualidad un estilo de vida diferente totalmente legítima, sino como una perversión y un crimen, y como tal tiene que ser rechazado y castigado.
Es un hecho indiscutible que cuánto más islam hay en una sociedad más peligrosa se vuelve ésta para los homosexuales, para su dignidad, para su seguridad, para su propia vida. En los países, regiones y ciudades europeas donde más islam hay, paralelamente más agresiones se dan contra los homosexuales. Ser homosexual se ha vuelto peligroso en muchos lugares de Europa, y eso ocurre debido a la implantación y al avance del islam en esos lugares.
Está claro que las mismas organizaciones progresistas LGTB favorables al islam no se atreverían nunca a organizar desfiles del Orgullo Gay por los barrios y calles de las ciudades con población musulmana y menos por delante de sus mezquitas.
En resumidas cuentas: el islam quiere la desaparición de los homosexuales. Los homosexuales europeos ni siquiera tienen que viajar a algún país de mayoría musulmana para descubrir lo que el islam piensa de su condición, basta con que se paseen por esos barrios islamizados de cualquier ciudad de Europa Occidental para comprobarlo en carne propia.
Hablando claro: las muestras de tolerancia y simpatía que esos homosexuales llevan a cabo con el islam les interesa una mierda a esos musulmanes. Estos consideran basura a los homosexuales, escoria que hay que tratar en consecuencia.
Los verdaderos musulmanes ven a los homosexuales como si fueran ratas que hay que exterminar. No hay terreno común entre islam y homosexualidad. Esa es la realidad. No hay matices en la posición islámica respecto de los homosexuales, no hay ambigüedad, no hay posibilidad de entendimiento, no hay “zonas grises”. Por lo tanto no hay terreno común, ni lucha compartida, ni causa común, ni colaboración posible. No hay puentes.
Miembros de los movimientos ‘progres’ LGTB, esto es lo que hay. Ustedes deciden.