El miedo que tenemos, es el miedo a lo nuevo y eso debería tornarse en ilusión. Tenemos todas las herramientas para cambiar el rumbo de todo lo que nos molesta, agobia y parasita.
Estamos en una oportunidad. Una oportunidad única para levantarnos como especie y hacer uso del intelecto, el sentido común y la sostenibilidad.
Estamos en la bisagra perfecta para provocar un cambio único en la humanidad, donde las ideas no se valoren en monedas, sino en beneficio pro común. En años de vida.
Lo más importante que se nos dio es eso. La energía vital y la inteligencia. Hoy ambas se usan para pasar el tiempo, no para valorarlo.
Seguimos viviendo del concepto del humanismo y antropocentrismo. Dejemos de lado esa mirada antigua y arcaica que nos preparó para el miedo y la religión. Activemos nuestra conciencia colectiva y comencemos a comunicarnos con una energía común.
Este sistema productivo es un sistema sin sentido y sin final. ¿Dónde gastaremos el dinero si no podemos salir de casa? ¿Ese es el futuro que queremos para nosotros y los que vienen?
Cuando estamos en plena producción, nos quejamos por trabajar 8 horas al día y ahora que estamos en casa, nos quejamos por no salir.
Solo compartimos videos de gente haciendo “cosas sin valor”, de neveras llenas de cervezas, de estantes vacíos de papel higiénico.
Utilicemos la energía que se nos dio para imaginar un mundo nuevo. Un mundo sin coches como los entendemos ahora (el peor invento de la humanidad ya que solo genera accidentes, iconiza el consumo y éxito vacuo, destroza nuestro entorno, contamina en todos los sentidos y fomenta el individualismo), un mundo donde el dinero no es especulación sino simplemente moneda de cambio y sistema organizativo de consumo y que seamos multimillonarios en otros valores, ideas y conceptos. Una startup es exitosa si su modelo económico vende millones de euros, pero no si mejora el sentido de las cosas, por ejemplo. Eso no es evolución ni innovación!
Descubramos otra moneda, quizá la del tiempo, lo cual nos haría pensar en prolongar la vida de este planeta que sin duda está chillando por todos los costados.
Un mundo sin armas y competitividades sin sentido ¿Cuál es el problema de tener un PIB más bajo que otro? uno de los grandes motivos de esta crisis sanitaria.
Espero que estas reflexiones se extiendan y que demos de una vez por todas el portazo intelectual a este modelo económico que nos ha puesto en jaque, nos asfixia, nos hace infelices, nos alinea, nos desprestigia, nos merma la creatividad, nos asusta, nos confina y nos degenera.
También espero que tras este mes y algo de reflexión, que para el problema que tenemos hasta me parece poco, no volvamos y hagamos lo de siempre. Volver al trabajo para comer el pan de hoy y seguir dejando la mayor de las hambrunas para mañana. Os recuerdo que el bebé que tenéis al lado se merece un mundo cuanto menos, mejor.
Tomemos esto como unas vacaciones y un periodo de reflexión y volvamos este verano con más fuerza que nunca. La playa ya llegará después, aunque eso quizá es mucho pedir. Querremos que el gobierno nos pague e indemnice y así poder llenar la nevera y coger puesto en primera línea de playa.
Tomemos esta situación como el marco perfecto para un cambio de paradigma, es el momento.
Mi energía (tras haber estado en cama unos días) para abrir este debate y la búsqueda de soluciones.
Decirles: LOS POLÍTICOS NO TIENEN LA RESPUESTA.