Todo será lo mismo, hasta que tomemos la decisión de cambiar todo

Política de cabeza, economía de casa en el subsuelo. Pero el país camina, claro a 10 por hora cuando podemos estar a 100 por minuto.

Es incalculable la ola de escándalos, delitos repetidos, hechos sinuosos y lista de convictos y prófugos de la justicia que se van acumulando diariamente en la imagen de los ciudadanos, ya sea mediante la lectura de un medio de comunicación virtual, tal vez escuchando una radio pequeña o del interior del país, tal vez viéndolo en alguna señal de cable, porque en los tradicionales periódicos, noticieros de televisión de señal abierta o en las dos radios semioficialistas de alcance nacional, es imposible enterarse a diario o semanalmente de estas atrocidades y de los protagonistas del daño irreparable al país. Los encubren o son sus amigos, tal vez hasta sus socios. ¿Esa es la realidad?

Del mismo modo, es incalculable la secuencial alza de precios de los combustibles, de los alimentos, de los servicios de energía eléctrica, agua potable e internet, el incremento exorbitante de las tasas de interés en préstamos y créditos de consumo, mientras baja sostenidamente el valor de las propiedades y bienes de diversa categoría.

Este es el primer daño a la economía de las familias, cuando en paralelo el empleo formal y de calidad se achica, mientras el empleo informal explosiona (subempleo, trabajo sin beneficios sociales y previsionales). Hay trabajo, pero no por estímulo en políticas públicas a las inversiones privadas, sino por nuevos emprendimientos, por uso del ahorro previsional y las CTS, por gasto de reservas personales y familiares, por venta de lo que uno tiene y tanto luchó por tenerlo, para usarlo –perdiendo su valor total-, en lo que pueda suplir los faltantes del presupuesto de cada semana, de cada mes (alimentos, estudios, servicios, transportes, medicinas). Y nadie se queja en público, y nadie protesta en las calles.

Política de cabeza, economía de casa en el subsuelo. Pero el país camina, claro a 10 por hora cuando podemos estar a 100 por minuto.

Tenemos de todo para ser líderes, pero se destruye infraestructura y puestos de trabajo en la minería del Perú, por culpa directa del gobierno que protege hordas de agresores contra la inversión privada nacional y extranjera. Así no se construye el progreso, así no se construye el camino al desarrollo, así se hace insostenible el país.

Pero los “grandes” medios se muestran indiferentes y sacan otras noticias, minimizan la crisis, envuelven la verdad con medias verdades y grandes mentiras, haciendo propaganda ideológica. Esa es la izquierda, eso es lo que daña al Perú y hay que decirlo para poder exterminarlo.

Recuerda a diario que todo será lo mismo, hasta tomemos la decisión de cambiar todo.

 

Publicado en voxpopulialdia.com

 

 

 

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