Un primer misil y de cabezas múltiples, ha sido lanzado por el presidente Donald J. Trump, a menos de dos meses de asumir la presidencia de los Estados Unidos. Ha sido el anuncio, suscribir el primer día de su mandato acciones ejecutivas, con orden de imponer aranceles de 25% a todas las importaciones provenientes de México y Canadá; y un adicional del 10% a productos desde China, en represalia por no detener el flujo de droga e inmigración ilegal. ¿Esto es posible?
Si. Al amparo de la sección 301 de la ley de comercio de 1974, China ya viene recibiendo esta sanción comercial desde 2018 [1], que ha significado que las importaciones desde China caigan en 20 por ciento a 427 mil millones según cifras del departamento de comercio; y porque la sección 301, autoriza al presidente, a tomar todas las medidas necesarias; no solo represalias ante aranceles, para hacer frente a cualquier acto, política o práctica de un gobierno extranjero considerados injustos, que signifique carga para los Estados Unidos y su comercio.
Pero ¿Por qué el anuncio ha generado tantas convulsiones, dentro y fuera de los Estados Unidos? Ello, a pesar de que todos los defensores de tratados de libre comercio conocen el texto (el cual ya fue invocado por diversos presidentes en diferentes momentos). Desde mi perspectiva, por un lado, por la precisión de cifras en el anuncio, en cuanto al arancel para unos y otros; junto con la designación de Scott Bessent como secretario del tesoro, que permiten prever que la agenda de ajustes en la política comercial y bajar los impuestos, sin disparar el déficit público, ha sido precisada y coordinada.
Además, porque el presidente Trump no salió a hacer un “disparo” aislado, indicando, por ejemplo, ochenta o cien por ciento de aranceles. Señal de claro proteccionismo, sino porque mueve ficha de 25 (por ciento) pero jaqueando a su real contrincante; China, con 10 adicional. Además, porque el anuncio sigue el nuevo estilo de los anuncios desde su designación. Con un aparente, nuevo temple o aire, con el que está acompañando sus decisiones. Puede ser producto del toque “classy” que irradia Susie Wiles. Pero eso lo iremos confirmando, sobre todo si se mantiene, con el paso de los meses.
Por otro lado, porque la capacidad de Scott Bessent quien enfrenta el reto de una agenda complicada. Otorga confianza a los mercados en cuanto a coordinar con la reserva federal la necesaria política monetaria que asegure fortaleza del dólar y crecimiento económico, junto con ajustes comerciales producto de imposición de aranceles, con el propósito de hacer grande a américa nuevamente.
Todos los economistas estarán de acuerdo conmigo, que el cambio en la política comercial puede ser beneficiosa en el corto plazo; siempre y cuando, no desate una guerra comercial con sucesivos, y mutuamente, aumentos de aranceles. Además, porque el disparo del primer misil arancelario no ha sido de largo alcance y daño masivo. Sino que, por ser antes de su asunción, es más bien un claro inicio de negociaciones y de aviso a los socios cercanos de mayor “lealtad”. Dado que es fácilmente reversible, de lograrse los resultados esperados.
Pero ¿Qué podría suceder con esta negociación? ¿Quién pierde más con una subida mutua de aranceles? Disponer de cuantificación exacta requiere conocer estudio detallado y reciente que considere elasticidad de la demanda respecto del arancel de 25% y de la respuesta para ambos países. Lo cual es difícil de determinar en este momento. Mientras tanto, solo se escuchan evaluaciones parciales, unos dicen que se perderán trabajos; y otros, que subirá la inflación en los estados unidos.
Supongamos que Trump no logra los resultados deseados con su anuncio y llega al día de su asunción, con la obligación de firmar las órdenes ejecutivas. Una subida de aranceles por una sola vez, incluyendo respuesta por parte de la contraparte, no es inflacionaria, porque no es algo continuo, sino un salto en precios por una sola vez, que puede reorientar la demanda hacia posibles sustitutos desde otros países; y además donde todos los ofertantes, no tienen la misma posibilidad de trasladar el aumento al consumidor.
La teoría económica nos dice que “aquellos productores de bienes con demanda inelástica, porque su consumo no varía ante variaciones en el precio y porque no tienen sustitutos, serán los únicos beneficiados porque podrán trasladar a precios, el incremento total del nuevo arancel”. Sin embargo, lo dejo hasta aquí porque considero que entrar en mayores explicaciones es confundir y voy a realizar la evaluación desde otra perspectiva.
De acuerdo con cifras de balanza de pagos [2], si México regresa a los niveles de exportación del 2023, significaría perder entre 28 a 35 mil millones de dólares en ingresos por exportaciones. Dado que se proyecta cerrar con 6% de crecimiento el 2024, totalizando alrededor de 508 mil millones de dólares de exportaciones a Estados Unidos, superando los 475,2 mil millones de dólares del año anterior.
Entonces una pérdida anual de ventas de esa magnitud le significaría a México perder la condición de primer socio comercial con Estados Unidos, distribuyéndose el costo entre todas las empresas domiciliadas en México que exportan a los Estados Unidos. Lo que representa para México, menores ingresos fiscales por impuestos a la renta, adicional, a los menores ingresos de divisas.
Pero ello no es lo más grave, sino los posibles problemas de liquidez debido a que la brecha comercial de México se ampliara por efecto de los aranceles estadounidenses. Creando dificultades para concretar la emisión de bonos que requieren, entre 15 a 18 mil millones dólares, necesarios para financiar los gastos del programa de 100 propuestas, lanzado en la plaza del Zócalo, y respecto del cual publique reporte a principios de octubre [3].
Al respecto, la hacienda pública mexicana, la cual es frágil ante choques externos, producto que cada año tienen mayores dificultades para asumir gastos adicionales, porque los intereses de una deuda que totaliza 216 mil millones de dólares (49% del producto), siguen subiendo, restando recursos para los programas que pretenden implementar. Ocasionando, además, una probable revisión de perspectivas sobre la deuda soberana agravando su calificación de estable a negativa en opinión de agencias por efecto de tres componentes: 1) menores perspectivas de crecimiento, 2) resistencia a reducción de déficit fiscal y 3) conflictos comerciales (arancelarios) con el mayor socio comercial.
Adicionalmente, durante la reunión de otoño dimos cuenta que el FMI estaba siguiendo el proceso mexicano porque al amparo del artículo IV se debían informar múltiples detalles al directorio, expresando que se mantenían a la espera del presupuesto 2025 pero que observaron cuellos de botella en áreas como la energía que limitaban a México tomar mayores ventajas del “nearshoring”[4],
La respuesta al anuncio no se hizo esperar y la Sra. Claudia Sheinbaum, vía carta, recalcó que la subida de aranceles sería perjudicial para las empresas de ambos países, por considerarlo inflacionario y que ocasionará perdidas de empleo. Además, indicó que los “encuentros en la frontera” se han reducido en 75%, de diciembre del 2023 a noviembre de 2024; y que es responsabilidad de los Estados Unidos, los problemas de consumo de Fentanilo y los problemas de tráfico de armas, que vive México.
Es evidente que la negociación con México es punto principal en la agenda del presidente Trump, siendo diplomática y estratégica, la sabia respuesta que México debe dar. Allí, veremos cómo se hace sentir la mano del próximo secretario de estado, Senador Marco Rubio, quien debe sopesar tanto los costos de implementar el arancel generalizado de 25 por ciento en una negociación con una economía como la mexicana; como las posibilidades de ganancia que significa un triunfo sin haber iniciado gestiones formalmente.
[1] El informe del USTR indicó que China utiliza: a) requisitos de empresas conjuntas, restricciones de inversión extranjera y procesos administrativos de revisión y licencia para forzar o presionar las transferencias de tecnología de empresas americanas a una entidad china, b) mantiene práctica desleal de licencias que impiden que las compañías americanas obtengan rendimientos del mercado por su propiedad intelectual, c) dirige y facilita inversiones y adquisiciones que generan tecnología a gran escala y transferencia de propiedad intelectual para apoyar los objetivos de su política industrial, y d) realiza y respalda las intrusiones cibernéticas en redes informáticas de los estados unidos para obtener acceso a información comercial valiosa. https://crsreports.congress.gov/product/pdf/IF/IF11346
[2] https://www.banxico.org.mx/publicaciones-y-prensa/balanza-de-pagos/balanza-pagos-comercio-invers.html
[3] https://minutodigital.news/mexico-desde-la-izquierda-incompetente-y-apanadora-del-odio/
[4] https://minutodigital.news/amor-severo-en-el-fondo-fmi/