Hoy se habla mucho de la inmunidad del rebaño, que aún no se sabe cuánto tiempo dura y no se habla, prácticamente nada, del rebaño ciego y dominado, que son las multitudes controladas por sistemas y protocolos de prevención.
Normas y protocolos en una sociedad organizada
En una sociedad bien organizada existen normas y protocolos que ayudan y fomentan la libertad de los ciudadanos.
Esto ocurre cuando las carreteras están bien asfaltadas y señalizadas, las veredas anchas y seguras, los mercados y las tiendas bien diseñados y por lo tanto seguros, cuando no hay contrabando, ni plagios, ni productos adulterados, cuando las construcciones están bien hechas y no presentan ningún peligro y los medios de transporte son modernos y cómodos, cuando los ciudadanos pueden desplazarse por las calles con seguridad y sin perder el tiempo, cuando hay postas bien equipadas en todos los barrios.
A los gobiernos y municipios, le corresponde esta tarea.
Malos protocolos que empeoran la vida social y la libertad de las personas
Resulta absurdo dar unos protocolos de desplazamiento en medio de un caos. Es como querer organizar un partido internacional de fútbol en un parque y con unos protocolos exigentes para que pueda darse el encuentro (no está cerrado, no hay graderías, no hay luz suficiente, hay cables sueltos, hay árboles, no tiene la medida adecuada, etc.).
Hoy nos encontramos en un mundo con unas autoridades que quieren controlarlo todo aduciendo que es para la seguridad de la población. Antes de la pandemia se oían constantemente quejas de la burocracia de las instituciones estatales para los trámites administrativos. Todos hemos visto con asombro la lentitud de las obras, la dejadez de algunas autoridades y la gran corrupción.
Esas personas que se demoraron, que no supieron terminar las obras, que se enredaron en mil trámites burocráticos y que ingresaron a la corrupción, son, salvo honrosas excepciones, las que ahora dictan protocolos que limitan la libertad de los ciudadanos dando normas en asuntos que no les incumbe.
Rebaño ciego y sumiso
Evidentemente existe un gran rebaño de gente “fiel” a esos dictados de control, que viven ciegos (no tienen información, ni saben a dónde hay que ir) y se han acostumbrado a que les digan lo que tienen que hacer y ellos se lo repiten a los demás. Viven engañados y dominados por un sistema degradante que continúa funcionando sin que nadie lo pare.
Por otro lado pareciera que alguna “mano negra” estuviera dictando unas instrucciones para que las cosas sigan así. Mantener a una población distraída y limitada, con esperanza en una salida futura, sería una magnífica ocasión para que, al conseguir un control general de todos, unos pocos decidan la suerte de las grandes mayorías.
Se promete la libertad quitando la libertad. Es la gran mentira universal que quiere conminar al mundo a vivir un nuevo orden, con promesas que son más bien amenazas. Ahora presentan sus proyectos con una cara bonita y poco a poco se notarán las verdaderas intenciones, como en el cuento de la Caperucita; no era la abuelita sino el lobo feroz que lo destroza todo. Cuando llegue el destape, será muy tarde.
En estos tiempos de pandemia estamos siendo espectadores de la existencia de un rebaño ciego y dominado por unas fuerzas de control. Hoy vuelve a tener prioridad el grito de ¡libertad! Para nosotros y las siguientes generaciones. Son las personas libres las que pueden ser responsables para salir adelante en el país y en el mundo. (P. Manuel Tamayo)