Elena Berberana es una periodista española, que ahora destaca en Youtube y Twitter, con la valentía de pocos y la seguridad que transmite en sus comentarios, palabras que enfrentan a los cobardes y le duelen a los más cobardes, como cuando mencionó que los periodistas en España que apoyan la dictadura de Pedro Sánchez, son los mismos que sin conocer la realidad de El Salvador, lo llaman “dictadura”.
Berberana dice con justicia lo que piensa y lo escribe con mucha razón y vehemencia. Eso le duele a los del gobierno de Pedro Sánchez, el que está desarmando a España, el que entrega la tierra a los que llegan a matar españoles en sus viviendas, el gobierno de los que se adueñan del presupuesto público y de la nueva verdad que se impone ante indiferentes de uno y otro lado “que creían” que no pasaría nada con Don Pedro, el abusivo.
A Elena Berberana la han comenzado a golpear y ella resiste y responde de la siguiente forma:
“Ayer lanzaron un ataque coordinado a mi cuenta. Recibí más de 1.000 comentarios en los que me proferían todo tipo de insultos y, entre otros tantos, amenazas a mí y a mi familia. También por privado. Nunca había vivido algo semejante. Esto es la consecuencia de la persecución iniciada por Sánchez a los periodistas críticos, y sí, fue un ataque orquestado, es evidente.
Explico lo que sucedió para que vean cómo se ha pasado de una falsa democracia a una dictadura frontal. La casta está asustada, eso es obvio:
El programa de Risto Mejide había anunciado que Begoña Gómez iba a entrar en directo, lo rotulaban como si fuera la mujer de Sánchez. Yo publiqué un tuit en el que criticaba que empezara la esposa del presidente una gira de blanqueamiento por los medios. ¿O es que acaso esto es imposible? No duden de que esto tarde o temprano sucederá, habrá una entrevista en RTVE a Begoña Gómez. Ni lo duden. La cuestión es que si en periodismo vas a hablar de otra Begoña Gómez desconocida para la audiencia, en este caso, una hostelera, debes poner “Begoña Gómez, la hostelera…etc”, de lo contrario, si sólo te refieres al nombre sin más, estás refiriéndote al personaje público, la mujer de Sánchez.
Risto Mejide sacó mi tuit, y dijo que el programa “había que verlo hasta el final”. Bien, engañaron a la audiencia jugando con este asunto y yo retiré el tuit deportivamente. No pasa nada. La cuestión es lo que pasó luego, señores. En cuestión de media hora, había recibido 700 mensajes, no exagero, ese fue el número, con todo tipo de improperios, que no me afectan para nada, pero que reflejan que están a la caza. La gran mayoría etiquetaba a Sánchez y escribía: “Esta inútil tiene que caer también”; “hay que querellarse contra ella”, “la querella te va a llegar H.P”…Fíjense, el nivel demencial que gastan estos energúmenos dirigidos por el comandante Sánchez.
Aquí estoy esperando la querella, ojalá me la pongan, porque será la querella más absurda y con la que más dinero voy a ganar, porque los voy a denunciar a todos hasta el final.
La casta tiene miedo y lo que no saben es que llevamos mucho tiempo al frente, tanto compañeros míos disidentes como yo, que también están empezando a recibir querellas y señalamientos, por parte unos cobardes que ni con todo el dinero del mundo son capaces de dominar el discurso como desean.
RTVE recibe 1.000 millones de dinero público al año y ni con esas, desde sus platós de lujo, focos de última generación y enormes equipos de redactores, junto con ejércitos de troles de la más baja ralea, tertulianos a sueldo, artistas, sindicalistas, jubilados militantes de la rosa, etc, consiguen algún tipo de credibilidad. Atacan a redacciones y estudios la mayoría de ellos marginales que subsisten a duras penas; o youtubers periodistas que emiten con pequeños equipos.
Desde luego, que son inútiles hasta teniendo todo el oro del mundo. Por eso ahora están con la caza mayor, Sánchez en una burda operación intenta controlar lo poco que todavía no controla.
Pero, si ni manejando nuestro dinero a su antojo pueden contra una minoría de comunicadores que alzan la voz, contra una gran mayoría de ciudadanos que nos apoyan, tendrán que crear ese clima artificial de miedo para amedrentarnos. Pero es tarde, vuestro ridículo es tan grande que no lo lograréis.
Aquí sigo esperando la querella”.